El gigante latinoamericano vive momentos de tensión este domingo, luego de que simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieran a la fuerza el edificio de arquitectura moderna, sede de la Cámara de Diputados y del Senado. Incluso, los manifestantes lograron llegar hasta el palacio presidencial de Planalto.

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A propósito de esa incursión de los bolsonaristas, el presidente Gustavo Petro expresó en su cuenta de Twitter el apoyo a su homólogo Lula da Silva, diciendo que “las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia”.

Grupo antidisturbios retomó Palacio Presidencial de Brasil y sacó a bolsonaristas

Cientos de personas se tomaron el centro del poder brasileño vistiendo camisetas amarillas y verdes para protestar contra la posesión de Lula como nuevo mandatario, haciendo recordar a la masa que entró al capitolio de EE. UU. para apoyar al expresidente Trump.

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Intentando conjurar la situación, las autoridades del país acordonaron el área contigua al edificio legislativo en Brasilia, para desplazar a los manifestantes.

Los policías también entraron a la sede del Supremo Tribunal Federal, con el fin de dispersar a la gente y retomar el control del edificio, que también fue tomado por los bolsonaristas.

Inicialmente, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra la multitud para lograr dispersarla, pero el intento fue fallido y los manifestantes continuaron su camino hasta el palacio desde el que despacha Lula da Silva, quien no se encontraba en Brasilia el domingo.