El encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, emitió una declaración oficial tras haber sido citado a consultas en Washington por instrucciones del presidente Donald Trump.
McNamara aseguró que regresó a Bogotá con un mensaje de que el Gobierno de Estados Unidos mantiene “preocupaciones persistentes frente a la retórica y algunas acciones de los más altos niveles del gobierno colombiano”, que —según dijo— ponen en riesgo una relación histórica, cercana y mutuamente beneficiosa.
A pesar de estas tensiones, el diplomático reiteró que Estados Unidos continuará tomando medidas decisivas para contener la migración irregular, combatir el narcotráfico, perseguir judicialmente a los responsables y reforzar la seguridad regional, todo ello en línea con los intereses estratégicos de su país. “Seguiremos abordando los temas pendientes en materia comercial, migratoria y de seguridad”, subrayó.
McNamara también destacó que, pese a las diferencias políticas actuales, Colombia sigue siendo un aliado clave en América Latina. “Nuestro objetivo es fomentar una relación más positiva en el futuro y continuar trabajando para que los ciudadanos estadounidenses y colombianos estén más seguros, protegidos y sean más prósperos”.
En un tono más personal, el diplomático expresó: “He sido testigo del valor y la determinación del pueblo colombiano en la defensa de su democracia y en la construcción de un futuro mejor. Por eso, lamento profundamente el deterioro al que ha llegado hoy una alianza construida sobre la base del sacrificio y la confianza mutuos”.
Advirtió que, si no se toman medidas correctivas, la relación bilateral podría escalar negativamente, afectando los intereses de ambos países,pero especialmente los de Colombia.
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