
En Colombia, la agenda informativa de este 4 de julio ha estado marcada por el escalamiento en la crisis entre Colombia y Estados Unidos, en la que ha habido cruce de mensajes entre políticos norteamericanos y funcionarios colombianos, incluido el presidente Gustavo Petro. También el llamado a consultas a funcionarios que sirven como representantes entre ambos países y otras acciones que demuestran que la situación entre ambas naciones atraviesa un difícil momento.
El presidente Petro ha dejado varios mensajes sobre esta situación, pero, por el contrario, Donald Trump parece no querer darle relevancia directamente, como sí pasó en enero, cuando el mandatario colombiano devolvió un avión lleno de migrantes deportados desde Estados Unidos.
De hecho, la agenda del presidente norteamericano este 4 de julio parece ser una muestra del poco interés que tiene frente a la crisis actual. Según revelaron diferentes medios, Donald Trump pasará toda la mañana jugando golf, una de sus actividades favoritas. Esto seguramente hará que no esté al tanto de los hechos que están pasando entre Colombia y Estados Unidos.
Cabe recordar que este viernes es festivo en el país norteamericano como conmemoración al Día de la Independencia, por lo que hay cese de actividades en muchos ámbitos. Esto podría ser positivo para Colombia, pues es un día solemne, en el que hay muchas actividades internas que llenan la agenda informativa de Estados Unidos y del propio presidente de ese país.




De hecho, se espera que Trump emita una nueva lista de acciones contra varios países, que se cree estará relacionada nuevamente con aranceles, pero no se sabe si esto pasará este viernes, dada la situación nacional que se vive. En todo caso, podrían darla a conocer durante el fin de semana.
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Qué se sabe de la crisis de Colombia y Estados Unidos
En medio de un ambiente de tensión diplomática, la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos vivencia uno de los momentos más críticos de los últimos años. El gatillante se suscitó cuando el gobierno estadounidense anunció el retiro de John T. McNamara, Encargado de Negocios interino en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá. La medida es una respuesta directa a declaraciones infundadas y reprensibles del Gobierno colombiano según indicó Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado estadounidense. Este anuncio produce un clima de incertidumbre y crea especulación sobre la futura relación entre ambas naciones.
Las declaraciones se atribuyen al presidente de Colombia, Gustavo Petro, que había insinuado la participación de Estados Unidos en un supuesto complot para derrocarlo. El retiro del diplomático norteamericano no especificó la duración de su estadía en Washington ni las condiciones para su eventual retorno a Bogotá. En un contragolpe recíproco, Petro llamó a consultas a Daniel García-Peña, embajador de Colombia en Estados Unidos.
Entre los tópicos de preocupación sobresale el comercio. Las tensiones se han concentrado en la materia de barreras técnicas y sanitarias al comercio (TBT y SPS) y en la clasificación colombiana del arroz de grano corto y mediano. Según revela Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, “El deterioro de las relaciones con Estados Unidos está generando incertidumbre en el sector empresarial colombiano. Esta situación representa un riesgo para la estabilidad económica”.
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Además, está en juego la certificación anual concedida por Estados Unidos que avala la cooperación en la lucha contra el narcotráfico. En caso de perderse, surgirían consecuencias severas para el país como la suspensión de hasta el 50 % de la asistencia exterior otorgada por Estados Unidos.
El llamado a consultas de McNamara es una señal clara del deterioro de las relaciones bilaterales, según Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco). El dirigente empresarial señala que están atravesando la peor crisis diplomática en décadas. “Lo que alguna vez fue una política exterior reconocida por su seriedad es hoy señalada por múltiples medios nacionales e internacionales como una Cancillería sin brújula”, indicó Cabal.
La culminación de esta serie de movimientos diplomáticos será Estados Unidos tomando medidas adicionales, incluyendo la probable cancelación de visas a ciertos funcionarios del alto gobierno colombiano. A pesar de las tensiones, ambas partes reiteraron su interés de mantener la cooperación en áreas de interés común como la seguridad, la estabilidad regional y el desarrollo económico, pese a la incertidumbre y la tensión que azotan actualmente la relación bilateral.
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