El costo promedio anual para criar un hijo en Estados Unidos supera los 26.000 dólares en 2025, según un análisis de la firma SmartAsset. Esta cifra intensifica las presiones significativas en gastos esenciales como cuidado infantil, vivienda y alimentación, y su impacto varía dependiendo de la región.
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Las áreas metropolitanas más costosas presentan incrementos de dos dígitos en varios rubros, siendo la vivienda el principal factor que impulsa el aumento de costos. Por ejemplo, en San José, un precio medio de la vivienda que supera el millón de dólares, afecta directamente el entorno necesario para criar a un hijo.
Según SmartAsset, “en San Francisco, la falta de construcción y los largos trámites para nuevos proyectos elevan aún más los precios de renta y compra, contribuyendo a un aumento acelerado de los gastos”.
De acuerdo a la misma evaluación, las ciudades más asequibles para criar a un hijo se encuentran en el sur y algunas otras regiones menos urbanizadas, tales como Birmingham, Alabama, y Memphis, Tennessee, con costos anuales estimados que rondan los 19.000 dólares.
Otro de los gastos que sufren las familias es el cuidado infantil, cuyo costo promedio nacional se disparó un 51.8 % en solo dos años. “Esta situación se agrava porque Estados Unidos no cuenta con un sistema universal de cuidado infantil público, lo que obliga a las familias a asumir estos costos elevados”, explicó SmartAsset.
En un punto adicional, se reconoce que la inflación en alimentos, la aplicación de nuevas tarifas arancelarias y la persistente brecha salarial de género también aumentan el gasto familiar.
En dicho de SmartAsset, se señala que “madres informan que la cuenta del supermercado se ha duplicado en un año, y los nuevos aranceles sobre productos importados para bebés, como cochecitos y ropa infantil, podrían suponer hasta 3.800 dólares adicionales anuales en gastos“.
Frente al panorama, especialistas destacan la necesidad de implementar políticas públicas que ayuden a aliviar el impacto económico sobre las familias. Entre las medidas propuestas están la creación de guarderías públicas gratuitas o subsidiadas, la ampliación de licencias parentales, y la promoción de la justicia salarial, especialmente para las madres.
¿Cómo impacta este incremento en las decisiones familiares y económicas?
Las presiones financieras están teniendo un impacto palpable en las decisiones familiares y económicas. Según Credit Karma, muchas parejas y familias están optando por retrasar la llegada de un hijo debido a la creciente carga económica.
Esta situación se ve agravada por el hecho de que, a nivel global, se calcula que criar a un hijo hasta los 18 años puede costar más de 290.000 dólares en total. Sin intervenciones como las propuestas por especialistas, el acceso a la posibilidad de formar una familia podría verse limitado para amplios sectores de la población.
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En conclusión, la tarea de criar un hijo en Estados Unidos representa un compromiso económico importante, con costos que pueden duplicarse en grandes ciudades como Boston o San Francisco comparadas con áreas más asequibles del país. Esta disparidad pone en evidencia la necesidad urgente de desarrollar políticas que apoyen a las familias en un contexto económico desafiante.
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