A pesar de la rápida propagación que tuvo el virus por todo el continente asiático, las autoridades japonesas decidieron no imponer restricciones al movimiento y asilamientos obligatorios; además, de mantener abiertos varios negocios, como restaurantes, peluquerías y bares, indicó Bloomberg.
El portal de noticias, de igual manera, señaló que ese país, a diferencia de otras naciones desarrolladas, no ha realizado casi pruebas de diagnóstico dentro de su territorio y cuenta con una de las tasas de testeo más bajas (0.2 %).
Varios especialistas, consultados por este mismo medio, aseguraron que una de las razones que podrían explicar el éxito que ha tenido Japón para contrarrestar la emergencia sanitaria es el seguimiento rápido y oportuno de los contactos cercanos de las personas contagiadas.
De acuerdo con los expertos, esta búsqueda es posible en ese país debido a que los centros médicos emplean constantemente a miles de enfermeras para que rastreen diferentes infecciones, esto ha permitido que detecten a tiempo los casos de COVID-19 y no se salgan de control, afirmó el sitio web estadounidense.
“Es un método muy análogo, no es un sistema basado en aplicaciones como el de Singapur. Sin embargo, ha sido muy útil durante la pandemia”, explicó en Bloomberg Kazuto Suzuki, profesor de política pública de la Universidad de Hokkaido.
Shigeru Omi, exdirector de la oficina de la Organización Mundial de la Salud para el Pacífico Occidental, por su parte, enfatizó en el portal de noticias que el factor más importante para controlar el virus ha sido la consciencia de salud e higiene que tienen los japoneses.
Los ciudadanos del país asiático son conscientes de lo peligroso que es el coronavirus y por eso afirman que siguen todos los protocolos sanitarios para evitar su propagación, sin necesidad de cualquier medida obligatoria.
Aunque algunos investigadores aseguran que la cepa del virus que apareció en su territorio es menos peligrosa y que no se pude catalogar su respuesta a la crisis como asombrosa, Japón continúa trabajando para encontrar un tratamiento eficiente contra el COVID-19 y evitar una segunda ola de contagios, lo que sería devastador, señaló Bloomberg.
Según el último reporte de la Universidad Johns Hopkins, en ese país se han presentado hasta el momento 814 muertes relacionadas con el coronavirus y 16.543 casos confirmados, de los cuales 13.005 ya superaron la enfermedad.
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