Escrito por:  Redacción Mundo
Sep 21, 2025 - 10:14 am

La intuición de una madre primeriza fue desestimada por los médicos, quienes atribuyeron sus preocupaciones a simples nervios. Sin embargo, su insistencia reveló una verdad devastadora: su hija sufría una condición que amenazaba su vida.

“En cuanto nació, supe que algo no iba bien”, afirmó la madre.

En Bradford, Inglaterra, la pequeña Freya Dixon, de tan solo cuatro años de edad, estuvo preparándose para un trasplante de médula ósea que puede ser su salvación.

(Vea también: Fiesta de cumpleaños terminó en tragedia por la muerte de niño de 7 años: “Cayó al suelo”)

Lee También

Desde su nacimiento en diciembre de 2020, su madre, Amy Dixon, notó señales preocupantes: llantos constantes, letargo inusual y una palidez extrema.

A pesar de las múltiples visitas al médico, los profesionales minimizaron los síntomas, señalando que era estreñimiento o “ansiedad” típica de una madre novata.

“En cuanto nació Freya, supe que algo no iba bien con su salud. Fue muy frustrante que los médicos me dijeran que era ansiedad de madre primeriza. Sentí que ignoraban mis preocupaciones. Verla empeorar me dejó impotente”, dijo la madre en declaraciones recopiladas por Noticias Caracol, de medios internacionales.

El 11 de marzo de 2021, con apenas tres meses, Freya colapsó y fue llevada de urgencia al Hospital Airedale, en Steeton. Los médicos, alarmados, la describieron como “la bebé más pálida que jamás habían visto”.

Tras estabilizarla, fue trasladada al Hospital Infantil de Leeds, donde una semana en cuidados intensivos reveló que sus niveles de hemoglobina estaban en 13, muy por debajo de los 120 esperados, indicando un grave trastorno sanguíneo.

Qué es la enfermedad DBA

En octubre de 2021, a los 10 meses, Freya fue diagnosticada con síndrome de anemia de Diamond-Blackfan (DBA), una rara enfermedad genética que afecta a entre cinco y siete recién nacidos por cada millón.

Este trastorno impide que la médula ósea genere suficientes glóbulos rojos, esenciales para transportar oxígeno. Desde entonces, Freya ha vivido entre hospitales, dependiendo de transfusiones de sangre cada tres semanas para mantenerse estable.

Dos intentos con esteroides para estimular la producción de glóbulos rojos fracasaron, dejando el trasplante de médula ósea como su única esperanza.

Después de un año en lista de espera, los médicos encontraron un donante compatible, y el procedimiento fue programado para el pasado 18 de septiembre.

Será un largo proceso para la menor, pues se someterá a quimioterapia e inmunoterapia para preparar su cuerpo, seguido de al menos ocho semanas de hospitalización.

“Será un tratamiento muy invasivo y un largo camino hacia la recuperación, pero estamos muy agradecidos. Este tratamiento salvará la vida de mi pequeña. Freya es una niña muy valiente y llena de luz. Su sonrisita es como magia. Me inspira todos los días”, precisó Amy.

 

* Pulzo.com se escribe con Z

Lee todas las noticias de mundo hoy aquí.