Incluso, el que ocurrió el pasado 21 de agosto en Venezuela, de 7 grados en la escala de Richter y 87 kilómetros de profundidas, es atribuible a los movimientos telúricos que se han presentado en los últimos días.
Pero los más preocupados son los habitantes del estado de California, EE. UU., que está ubicado sobre la falla de San Andrés y donde muchos esperan que se presente un temblor devastador en cualquier momento, algo así como un sismo superficial de 9 grados en la escala de Richter, señala Fox News.
Fox reporta que por el patrón de ubicación de los diferentes epicentros de temblores, muchos de ellos de más de 4,5 grados Richter, indicarían que uno fuerte podría golpear la costa oeste de EE. UU., aunque también dice que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés) no se ha pronunciado respecto de esa posibilidad.
No obstante, como lo anota el diario The Sun, no deja de preocupar la actividad sísmica relacionada con 452 volcanes pertenecientes a dicho anillo.
Expertos citados por The Sun opinan que un temblor de gran magnitud se ha demorado en ocurrir en California, y evoca devastadores movimientos telúricos en el último siglo y un poco más, con especial énfasis en que golpeó a la ciudad de San Francisco en 1906, de más de 7 grados Richter, que destruyó parte de la ciudad y dejó un saldo de más de 3.000 muertos.
Temores similares se presentan en Bogotá que, según el Mapa Mundial de Riesgos, está ubicada en una zona donde se puede presentar un gran sismo cada 50 años, y la ciudad lleva más de 100 años sin que haya un movimiento de tal magnitud.
Según un artículo de la revista Semana de 2010, “el primer terremoto que pudo medirse con instrumentos fue el del 29 de agosto de 1917, uno de los más fuertes que se ha registrado en la ciudad”.
Reza la publicación que Bogotá tenía unos 100.000 habitantes en ese entonces y que el temblor y sus réplicas dejaron 6 muertos y 400 edificaciones derrumbadas.
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