Por: France 24

France 24 la componen cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 en 355 millones de hogares en los 5 continentes. France 24 cuenta con 61,2 millones de telespectadores semanales (medición realizada en 67 países de los 183 en los que se emite al menos una de las cadenas) y es el primer ca...

Este artículo fue curado por pulzo   Oct 25, 2025 - 12:05 pm
Visitar sitio

Se cumplen dos semanas desde la entrada en vigor del alto el fuego en Gaza, un acuerdo frágil marcado por acusaciones de violaciones cruzadas entre Israel y Hamás. El ejército israelí ha asesinado a casi un centenar de palestinos y herido a decenas, mientras la ayuda humanitaria sigue siendo insuficiente, la mayoría de los desplazados continúa sin poder regresar a sus hogares y no hay claridad sobre las fases siguientes del acuerdo. 

Dos semanas después de que Estados Unidos, en coordinación con Israel, presentara desde la Casa Blanca un plan de 20 puntos que Hamás aceptó para un alto el fuego en Gaza, la tregua sigue siendo frágil.

En ese lapso, 97 palestinos han sido asesinados y 230 heridos, según la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza, dirigido por Hamás. Además, se han presentado repetidas acusaciones cruzadas de violaciones del alto el fuego entre Israel y el grupo islamista.

Este sábado 25 de octubre el ministerio de Salud de la Franja informó que cuatro palestinos fueron asesinados por disparos israelíes y otros siete resultaron heridos en las últimas 48 horas.

Lee También

Acusaciones violaciones de alto el fuego y ataques

La Oficina de Medios del gobierno de Gaza acusa a Israel de haber violado el acuerdo en 80 ocasiones.

La respuesta de Israel ha sido que sus acciones militares se han dado tras lo que denominan violaciones de la línea amarilla de cese el fuego, que existe en los mapas del acuerdo y está en proceso de marcaje, pero, para civiles y actores locales no siempre es evidente dónde empieza o termina. 

La primera semana del alto el fuego fue la más tensa.

El viernes 17 de octubre, soldados israelíes abrieron fuego contra un vehículo civil, asesinando a los 11 miembros de la familia Abu Shaaban, entre ellos siete niños y tres mujeres, en el barrio de Zeitoun en la ciudad de Gaza, cuando intentaban regresar a su hogar. 

Israel dijo que el vehículo cruzó la “línea amarilla” y no se detuvo pese a los disparos de advertencia, por eso los soldados “neutralizaron la amenaza”. 

El episodio más grave fue el domingo 19 de octubre. Israel acusó a Hamás de romper el acuerdo y aseguró que sus combatientes habían matado a dos soldados israelíes en Rafah.

Tras esas acusaciones, el ejército de Israel lanzó una amplia ola de bombardeos sobre el enclave palestino. El brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qassam, negó cualquier enfrentamiento en Rafah, recordando que la zona está bajo control total de Israel y asegurando que no mantiene contacto con combatientes palestinos en ese sector. 

El domingo 19 de octubre, ataques israelíes mataron a decenas de personas en distintos puntos de la Franja.

Aunque Israel anunció el lunes siguiente que volvería a respetar el alto el fuego, mató a varios palestinos en Shujaiya, en Gaza, alegando nuevamente “una amenaza” para los soldados israelíes tras cruzar la “línea amarilla”. 

La tardía repatriación de rehenes desata reproches

Por otro lado, Israel ha reprochado a Hamás la demora en la entrega de los 28 cuerpos sin vida de cautivos israelíes asesinados luego del 7 de octubre de 2023, cuando Hamás realizó la incursión armada en el sur de Israel que desembocó en una ofensiva israelí sobre Gaza durante dos años. Su entrega hace parte de la primera fase de lo recientemente acordado. 

Hamás entregó con vida a 20 rehenes a la Cruz Roja como parte del acuerdo el 13 de octubre de 2025. Además, recuperó y entregó 15 de los 28 cuerpos de los cautivos.

Desde el inicio, Hamás advirtió que necesitaba maquinaria y equipos pesados para excavar y recuperar no solo los cuerpos de los rehenes, sino también los de unos 10.000 palestinos que aún yacen bajo los escombros de los ataques israelíes, dada la devastación en la que se encuentra la Franja de Gaza. 

El grupo islamista no cuenta todavía con los equipos necesarios ni asistencia externa. 

Como contraparte, Israel liberó a cerca de 2.000 palestinos (unos 250 presos con largas condenas y alrededor de 1.700 detenidos durante la guerra), retiró parcialmente tropas dentro de Gaza y permitió la entrada masiva de ayuda humanitaria, aunque organizaciones como la ONU han denunciado que sigue siendo insuficiente.

Israel restringió el ingreso de ayuda humanitaria, manteniendo cerrado el paso de Rafah y notificando a la ONU que solo permitiría la entrada de 300 camiones diarios, a pesar de que el acuerdo estipulaba 600 camiones por día.

Más de la mitad Gaza sigue bajo control israelí

Según las agencias humanitarias, la ayuda y los alimentos siguen siendo escasos en el enclave, que continúa bloqueado por Israel. Barrios enteros han sido arrasados y muchos palestinos no logran ubicar los lugares donde estaban sus casas.

Además, la llamada “línea amarilla invisible”, más allá de la cual los palestinos corren el riesgo de ser asesinados por disparos israelíes, ha dejado a miles de personas en un limbo, especialmente a quienes no saben si sus viviendas quedaron del lado israelí o palestino de esa línea.

Con base en el mapa del 4 de octubre, el 58 % de Gaza está bajo el control israelí, según verificó el equipo del medio de comunicación Al Jazeera.

El gobierno de Benjamin Netanyahu no se ha comprometido a retirar todas las tropas del enclave y sostiene que mantendrá una “zona neutral” hasta que “no exista una nueva amenaza terrorista”. Varios expertos advierten que esto podría significar una presencia militar indefinida, contraria a lo estipulado en el acuerdo.

Apoyo de Washington

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha respaldado a Israel y ha acusado a Hamás de incumplir el acuerdo. A la vez, Trump afirmó que el alto el fuego sigue vigente, asegurando que los funcionarios estadounidenses supervisan la situación para mantener la calma.

El martes pasado, el vicepresidente J. D. Vance viajó a Israel, donde se reunió con Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, e Isaac Herzog, presidente de Israel. Vance declaró sentirse optimista sobre la posibilidad de que el alto el fuego se mantenga, aunque reconoció que el camino será largo y arduo:

“No es fácil. Nunca dije que fuera fácil. Pero soy optimista en que el alto el fuego se mantendrá y en que realmente podremos construir un futuro mejor para todo Oriente Medio. Pero eso va a requerir trabajo”, dijo.

Tras la matanza del domingo 19 de octubre, Israel declaró que el alto el fuego estaba nuevamente en vigor y Hamás reiteró su compromiso con el acuerdo.

Si esta primera fase del plan de Trump para Gaza logra completarse, otras etapas seguirán con el objetivo de impulsar una paz cuyos contornos siguen siendo ambiguos.

La segunda fase en discusión prevé retiros adicionales de Israel más allá de la “línea amarilla”, pero condicionadas a la situación de seguridad, sin calendario cerrado; incluye un capítulo de seguridad que exige avances hacia la desmilitarización de Hamás a cambio de nuevas retiradas y pasos políticos, y un paquete de gobernanza aún indefinido (reforma de la Autoridad Palestina o administración tecnocrática con supervisión internacional/estadounidense).

El avance a esta fase también está vinculado a los rehenes y a garantías de cumplimiento, por lo que sigue siendo el tramo más controvertido del plan.

La titánica tarea de reconstruir Gaza

Tras dos años de guerra, Gaza está sepultada bajo más de 61,5 millones de toneladas de escombros y tres cuartas partes de sus edificios han sido destruidas, según datos de la ONU analizados por la agencia de noticias AFP, lo que equivale a 170 veces el peso del Empire State Building y a más de 169 kilos por metro cuadrado del territorio.

Casi dos tercios de esos escombros se generaron en los primeros cinco meses de la guerra, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La destrucción se aceleró entre abril y julio de 2025, cuando se generaron 8 millones de toneladas adicionales, sobre todo en el sur, entre Rafah y Khan Younis.

Hasta el 8 de julio de 2025, el ejército israelí había dañado o destruido 193.000 edificios en el densamente poblado territorio, lo que equivale al 78 % de las estructuras existentes antes del inicio del conflicto, el 7 de octubre de 2023, según el análisis satelital del programa UNOSAT de la ONU.

En una evaluación de imágenes de Ciudad de Gaza tomadas el 22 y 23 de septiembre, la ONU estimó que el 83 % de los edificios habían sido dañados o destruidos.

Grave riesgo para la salud

Un análisis preliminar del PNUMA, publicado en agosto, advierte que los escombros representan un grave riesgo para la salud de la población expuesta.

Al menos 4,9 millones de toneladas podrían estar contaminadas con amianto procedente de edificios antiguos, especialmente cerca de los campos de refugiados de Jabalia (norte), Nuseirat y Al Maghazi (centro), y Rafah y Khan Younis (sur). Además, 2,9 millones de toneladas podrían estar contaminadas con residuos peligrosos procedentes de antiguos emplazamientos industriales.

La ONU (a través de una comisión de investigación independiente) afirma que Israel ha cometido genocidio en Gaza; Israel lo niega. El caso sigue abierto ante la CIJ, que ha dictado medidas cautelares por riesgo plausible, sin fallo definitivo sobre el fondo.

Mientras la ofensiva israelí ha causado la muerte de más de 68.000 personas y herido a 170.200 desde octubre de 2023, según el ministerio de Sanidad de Gaza. Y el gobierno de Israel afirma que 1.200 personas fueron asesinadas y cerca de 251 fueron tomadas como rehenes durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. 

Con Reuters, AFP y medios locales

* Pulzo.com se escribe con Z

Lee todas las noticias de mundo hoy aquí.