Aunque está en la cima y trabaja con grandes productores, el reguetonero no propuso nada nuevo en su reciente producción, según analiza Rolling Stone, revista que califica el álbum como una compilación de canciones con “un beat más o menos decente, una buena producción y una letra repetitiva”.

En su recuento, en donde se resalta más de una vez el intento fallido de Balvin de hacer algo conceptual, la revista señala que el cantante cayó en los clichés y “se queda en la caja, resguardado en la seguridad de sonidos pegajosos y predecibles”, adornado por las extravagantes producciones de sus videos.

Otro elemento que critica el artículo es la incoherencia entre los títulos de las canciones con su contenido y audiovisuales, además de las pobres justificaciones de J Balvin sobre la selección de los colores: “‘Azul significa el mar’, ‘Rosado se siente sexy y tranquilo’ y ‘Verde para mí es vida y naturaleza’, revela Balvin. Si por lo menos las canciones hablaran de la naturaleza o la vida, tendrían un poco más de sentido… pero no es así”, se lee en el texto.

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Rolling Stone reconoce, sin embargo, que la fórmula de Balvin funciona tan bien, que seguramente el disco será un éxito y sus videos acumularán millones de reproducciones, sin embargo, añade que es hora de exigirle artistas masivos como él: “Si los vamos a escuchar, casi obligados, en centros comerciales, tiendas de ropa, festivales y fiestas pasajeras”.

De manera más sutil, pero diciendo algo parecido en ciertas líneas, The Guardian escribió, un día antes del lanzamiento del disco, que “la capacidad de Balvin de romper las fronteras culturales no corresponde con el deseo de aplastar las artísticas”, “No está realmente interesado en sorprender al oyente” y que “Sería bueno que el tipo de riesgo artístico que Balvin demuestra en sus videos se refleje más en la música, pero dadas las circunstancias, no se le puede culpar por parecer complacido consigo mismo”. Eso, además de calificar la portada del disco como “horrible”. “Una caricatura cursi de flores sonrientes multicolores, pero el tipo de horror que cuesta una fortuna”, pues es un diseño del artista japonés Takashi Murakami.

Suavizando un poco el ‘palo’, la edición estadounidense de Rolling Stone destaca la “sofisticada paleta de sonidos” del cantante en ‘Colores’, pero coincide en que para este álbum la estrella se centró más en consolidar su sonido característico que en trabajar en lo que podría ser el “próximo hit”.