Siguiendo el ritual de algunos países, de que las novias lleven algo prestado el día de sus bodas, la entonces princesa Isabel decidió acompañar su velo con un accesorio que pertenecía a su madre.

Para su boda con Felipe Mountbatten, en 1947, la heredera al trono británico le pidió a la reina madre que le permitiera usar una de sus tiaras, conocida como la ‘Queen Mary fringe’.

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La delicada joya se encontraba junto a todo el ajuar que la joven Isabel usaría ese gran día, pero poco antes de salir camino a la abadía de Westminster, donde la esperaba su futuro esposo y más de dos mil invitados, tuvo un problema de vestuario.

Resulta que la princesa no sabía que la tiara también era un collar y accidentalmente tocó el broche y la desajustó. Esta situación incomodó un poco a Isabel ya que tenía la ilusión de lucir justo esa diadema. Sin embargo, para su suerte, el joyero real estaba disponible para arreglarla de inmediato.

Finalmente, la mujer llegó al altar como si nada hubiera pasado y contrajo nupcias con el amor de su vida.

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La tiara en cuestión, fue un regalo que le hizo la reina María de Teck a la esposa de su hijo, el rey Jorge VI. La joya fue elaborada en 1919 y originalmente era un collar de flecos que María recibió como obsequio de la reina Victoria.

Sin embargo, a la abuela de Isabel II le gustaba personalizar sus piezas de joyería para convertirlas en algo nuevo y más de su gusto, por lo que 26 años después de recibirla le pidió a un joyero que la convirtiera en una pieza que pudiera usar en al cabello. La pieza consta de 47 barras de diamantes, separadas por 46 púas más estrechas que permiten convertirla en un collar.

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Además de la reina Isabel II, dos mujeres más de su familia usaron la famosa tiara el día de sus bodas: su hija Ana y su nieta Beatriz.

La princesa Ana contrajo matrimonio el 14 de noviembre de 1973, en la Abadía de Westminster, con el capitán Mark Anthony Philips. Para ese día, al igual que su madre, llevó en representación de algo prestado la diadema ‘Queen Mary fringe’.

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Después de 47 años, la preciada joya volvió a ser usada en una boda. Esta vez fue la princesa Beatriz, hija del príncipe Andrés, quien la lució en su unión con Edoardo Mapelli Mozzi, el 19 de julio de 2020 en la Capilla Real de Todos los Santos en Royal Lodge, Windsor.