La corona británica ha estado en boga a lo largo del año, en junio se dio el jubileo de platino de la entonces reina Isabel II, en septiembre la monarca falleció a los 96 años y en noviembre se estrenó la quinta temporada de la serie ‘The Crown’, restaurando la curiosidad de muchos en la familia real.
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Eclipsada por otros Windsor, la princesa real, Ana, es un personaje rodeado de misterio, pero cuyo ejemplar currículum la llevó en su momento a ser catalogada como la mejor elección para reemplazar a la reina Isabel cuando muriese, algo prácticamente imposible teniendo en cuenta la línea de sucesión, que la ubica en la decimoséptima posición para estar al frente de Reino Unido y la Mancomunidad de Naciones.
Durante el jubileo de este año, la periodista y autora, Kinsey Schofield, comentó al tabloide Daily Star que la hermana menor del rey Carlos III merece más ostentar el título de reina, según ella porque tiene mejor reputación y porque es uno de los miembros de la corona con más trabajo.
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El año pasado, la princesa fue nombrada la más ocupada de la familia real al presentarse en 387 eventos o compromisos. “Aunque su vida amorosa tal vez no haya sido prístina, ella lidió con todos los asuntos con gracia y tan tranquilamente como fue posible”, agregó la experta.
Además, en abril, The Times y el Sunday Times, organizó una encuesta en la que se preguntó si Ana sería “una mejor monarca que el príncipe Carlos”, con 13.272 participantes, el 79 % contestó afirmativamente.
Asimismo, la princesa Ana está asociada a más de 300 organizaciones benéficas, fue la primera de la familia real británica en competir en los Juegos Olímpicos (1976) gracias a su pasión por los caballos y por su trabajo filantrópico inclusive fue nominada al Premio Nobel de la Paz en 1990.
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Teniendo presente todos estos logros y hazañas, resulta curioso que las personas no tengan tan presente a la única hija de la reina Isabel y Felipe de Edimburgo, tal vez sea porque jamás quiso vivir el típico cuento de hadas y fue mucho más discreta que sus hermanos (Carlos, Eduardo y Andrés).
Un amor imposible
Entre las historias llamativas que se pueden contar de la protagonista de esta historia, como ya se mencionó previamente, su vida sentimental también estuvo manchada por calamidades. Cuando tenía 18 años, en 1968, conoció al capitán del ejército, Mark Phillips, cinco años después se casaron en un evento que convocó a 2.000 invitados y fue televisado.
Sin embargo, diversos expertos en la familia Windsor afirman que la princesa real tomó la decisión de casarse para olvidarse del despecho que le causó su primer y gran amor, Andrew Parker Bowles, el mismo con el que se casó Camilla Shand, actualmente conocida como la reina consorte de Reino Unido.
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De acuerdo con Sally Bedell Smith, biógrafa de Carlos III, el motivo por el que Ana y Andrew no pudieron consolidar su romance fue porque él es de fe católica, un rasgo que no sería aceptado gratamente en la familia real. A pesar de todos, la princesa y Parker Bowles siguen siendo muy buenos amigos hoy en día.
Un drama de película
El 20 de marzo de 1974, cuando la princesa real se dirigía al Palacio de Buckingham, acompañada de su entonces esposo, un hombre esquizofrénico, Ian Ball, ideó un plan para secuestrarla, se cruzó en su camino y detuvo a todo su equipo, disparó e hirió a cuatro hombres, incluyendo al conductor. Ball pretendía pedir dos millones de libras. Le apuntó con el arma, pero ella se mantuvo serena y se negó a salir del vehículo. En ese instante se atravesó el exboxeador Ron Russell y logró neutralizar al sujeto.
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Otro matrimonio destinado al fracaso
La unión de Ana y Mark Phillips empezó a ver el ocaso poco tiempo después del nacimiento de la pequeña Zara, su segunda hija después de Peter, en 1981. Pocas veces se les veía públicamente unidos, él pasaba fuera de casa por largas temporadas y dentro de poco la prensa los involucró en diversos amoríos.
En 1989, la corona real protagonizó un escándalo, en esta ocasión porque robaron unas cartas en las que la princesa se dirigía a su nuevo interés romántico, Timothy Laurence, caballerizo de su madre. Al poco tiempo se anunció la separación de Phillips.
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