La actriz de Hollywood Amanda Bynes de 36 años conocida por sus papeles en series infantiles como ‘The Amanda Show’ de Nickelodeon, películas como ‘Hairspray’ (2007) o ‘Rumores y mentiras’ (2010), fue vista caminando sin rumbo en la madrugada del domingo 19 de marzo, según ha informado el medio especializado en famosos TMZ.

Fue la misma actriz quien llamó al número 911 para reportar una emergencia. En la llamada la mujer informó que acababa de presentar un episodio psicótico. Después de ello, se informó que Bynes fue internada en una clínica de salud mental como una medida cautelar durante 72 horas, aunque este tiempo podría extenderse de acuerdo con las necesidades de la paciente.

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Tras ser llevada a una comisaría de policía cercana, fue atendida por un equipo especializado en salud mental donde se determinó ponerla bajo la tutela de un hospital bajo el procedimiento conocido por el código 5051. Esto permitirá a médicos especializados en salud mental, policías e incluso familiares internar temporal e involuntariamente a individuos que presenten un peligro para sí mismos o para otros.

El incidente de este domingo no es el primero que presenta Amanda Bynes tras sufrir un episodio que afecte su salud mental. En 2014, se dio a conocer que vive con trastorno bipolar y que llevaba poco más de un año de haber solicitado el término de una tutela que le fue impuesta hace más de una década. Teniendo en cuenta la situación de la actriz, ha sido su madre quien está cargo de ella desde su diagnóstico. Bynes ha realizado acciones erráticas como prender fuego a la casa de su vecino.

Historial de Amanda Bynes

La actriz californiana comenzó su carrera cuando era niña, por lo que se perfilaba para ser una de las actrices más prometedoras en productoras como Nickelodeon y Disney. Sin embargo, en 2010, en pleno despegue de su carrera alejándose del universo infantil y juvenil, anunció a través de su cuenta de Twitter una pausa indefinida en la actuación.

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Dos años más tarde, Bynes comenzó a llamar la atención de los medios por temas como posesión ilegal de drogas y numerosos problemas de tráfico por conducir bajo los efectos de estupefacientes. Estos últimos la llevaron a los tribunales en repetidas ocasiones.

En 2018, en una entrevista con la revista Paper, la actriz comentó que llevaba varios años sobria gracias al cuidado de sus padres y reveló que las causas que estuvieron detrás de su declive se trataban del abuso de sustancias como la cocaína y el MDMA. La adición al medicamento llamado Adderall, un tipo de estimulante que tiene anfetamina que se utiliza para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y la narcolepsia, también la llevaron al estancamiento de su carrera.

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