A dos semanas de la sorpresiva muerte del actor Diego Bertie, que trabajó en Colombia en algunas producciones del Canal Caracol, uno de los más afectados con su partida es el periodista peruano Jaime Bayly, quien hace algunos años sostuvo una relación sentimental con el fallecido. 

Bayly y Bertie tuvieron un romance en la década de los años 90, cuando ambos estaban en la cúspide de sus carreras profesionales. Hace dos meses, el actor se presentó en el programa de Magaly Medina para confirmar que sí tuvo una relación con el comunicador, aunque puntualizó que esta no tuvo gran significado en su vida; sin embargo, el periodista no sintió lo mismo, y esto se puede leer en su reciente columna publicada en el diario El Comercio, de Perú.

Bertie, ídolo de los escenarios peruanos en los años 90, falleció el pasado 5 de agosto a los 54 años, como consecuencia de una caída desde un piso elevado en el edificio en el que residía frente al malecón de Lima.

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En primer lugar, Bayly aprovechó el momento para mencionar que quedó “devastado” luego de hacer un viaje a Alemania con su familia, en ese país tuvo la oportunidad de cruzarse con un candado con las iniciales “D” y “J” en un puente de enamorados, lo que le recordó al actor.

“Conmovido, devastado por una tristeza que no cede, una pena que será infinita, he derramado un par de lágrimas furtivas”, expresó Bayly.

El actor y cantante Diego Bertie, ídolo de los escenarios peruanos en los años 90, falleció el pasado 5 de agosto a los 54 años, como consecuencia de una caída desde un piso elevado en el edificio en el que residía frente al malecón de Lima.

Posteriormente, en otra columna, pero esta vez en el Diario Las Américas, Bayly contó su versión de cómo fue su relación con Diego Bertie y lo hizo a través de una historia, en la que llamó “actor” al fallecido y “escritor” para referirse asímismo, inicialmente.

“Destruido, mudo de tristeza, el escritor piensa que es injusto y canallesco culparlo a él del suicidio del actor. No piensa quitarse la vida en homenaje a la memoria del actor (…) destruido, mudo de tristeza, ferozmente culpado por los biempensantes y los malpensados, el escritor piensa: si, en vez de criticarme en esa penúltima entrevista, el actor me hubiese pedido ayuda, yo habría hecho cualquier cosa, cualquier cosa, por salvarle la vida”, dice Bayly en el texto.