La realeza británica sigue siendo muy comentada, especialmente ahora que acaba de estrenar la quinta temporada de ‘The Crown’, la popular serie de Netflix. En esta ocasión, la producción se centra en los grandes escándalos protagonizados por la princesa Diana y el príncipe Carlos, actualmente nombrado, rey Carlos III, tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, que falleció el 8 de septiembre de este año.
Para esta nueva entrega, Diana de Gales ya no es interpretada por Emma Corrin, fue reemplazada por la australiana Elizabeth Debicki. En esta oportunidad, el seriado muestra a la princesa del pueblo de una manera más madura, con elecciones estilísticas más aplaudidas, por ejemplo, acompañada de su icónico bolso de Dior.
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Aprovechando esta coyuntura, la casa de modas parisinas decidió relanzar el modelo mini de Lady Dior que Lady Di llevó en la Gala del Met del año 1996, cuando también lució un vestido lencero diseñado por John Galliano en satín azul medianoche y encaje negro.
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La temática que impuso el Constume Institute para esta gala del Museo Metropolitano de Nueva York se enfocó en las creaciones del legendario couturier Cristian Dior. Diana Spencer asistió vestida del primer diseño de alta costura de Galliano para la maison.
Ahora, la versión actualizada de este bolso es de satín azul con pedrería, solo se venden 200 ejemplares y cada uno cuesta 5 mil euros y ya están disponibles en las boutiques de Dior.
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La historia del Lady Dior
Este accesorio que caracteriza tanto a la marca tiene una historia muy interesante, como reportó el medio WWD, la organizadora de eventos francesa Françoise Dumas dijo que ella fue quien escogió de una tienda de Dior este bolso como regalo por parte de la primera dama de Francia de aquel entonces, Bernadette Chirac. El presente era para que ella tomara el té con ellos en el palacio presidencial del Elíseo.
Cuando Dumas le comentó a Bernard Arnault, dueño del grupo LVMH, al que pertenece Dior, que le enviaría el bolso de tela a la princesa Diana, él no estuvo de acuerdo, ya que en ese momento se estaba trabajando en una versión de cuero. Al día siguiente el taller terminó el accesorio en piel y fue enviado al Elíseo. Eventualmente se convirtió en el favorito de Spencer y así fue como la firma la bautizó como Lady Dior.
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