Y es que si lo común cuando nace un bebé es que los papás ya tengan listos los posibles nombres para el pequeño, en el caso de la realeza británica es bien diferente, ya que la decisión podría tomar varios días.

Pero los británicos no están dispuestos a esperar mucho y, como anticipo a la esperada revelación, han acudido a las casas de apuestas, de mucha tradición en el Reino Unido, para tratar de predecir qué nombre llevará el príncipe y, si tienen suerte, llevarse algo de dinero.

Por ahora, el nombre al que más le han apostado los británicos es Arthur, como el rey protagonista de los legendarios textos de Thomas Malory. Pero no es el único: detrás de ese nombre están Albert, James, Philip, Thomas y Edward, dice The Sun.

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Pero esta no es la única apuesta que tiene que ver con la familia real británica. Los ciudadanos también están haciendo sus vaticinios sobre algunos detalles de la venidera boda entre el príncipe Harry y la actriz Meghan Markle. Las apuestas dicen que el vestido que ella llevará no será blanco, y algunos especulan sobre la longitud de la barba del hermano de William, agrega ABC.

Por ahora, todo permanece en misterio. Pero al menos los británicos se divierten.