La cantante estadounidense ha tenido que enfrentarse a los comentarios de la sociedad frente a su síndrome de Tourette, el cual le diagnosticaron cuando tenía tan solo 11 años y el que la lleva a tener movimientos repetitivos sin control alguno.

De esto, ha hablado Billie en más de una ocasión y, sobre todo, de los problemas de salud mental que le ha provocado. “Siempre tenía tiritas en las muñecas. Me encerraba en el baño y me autolesionaba porque creía que me lo merecía”, comenta en su documental ‘El mundo está un poco borroso’.

“La reacción más común de la gente es reírse, porque creen que estoy tratando de ser graciosa. Piensan que es un movimiento divertido y se ríen, y siempre me siento increíblemente ofendida por ello”, comentaba la cantante durante una conversación con el presentador David Letterman en su programa de entrevistas de Netflix, ‘No necesitan presentación’.

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Afortunadamente la cantante ha confesado que con el paso de los años dichos tics se han ido disminuyendo en gran medida, aunque todavía padece unos que se notan bastante. “Nunca dejo de tener tics. Los que tengo constantemente, durante todo el día, son: muevo la oreja de un lado a otro, levanto la ceja, chasqueo la mandíbula, flexiono el brazo, los músculos…”, confesaba.

Ahora, la cantante ha revelado en una entrevista con ‘The Times, sobre cómo se siente frente a sus inseguridades. Aquellas que llevaron a la cantante a usar ropa grande porque no quería recibir críticas sobre su cuerpo, razón por la que a sus tan solo 12 años empezó a experimentar la depresión. Hoy, desafortunadamente la inseguridad se aumenta gracias a las redes sociales donde la artista se ve expuesta a comentarios negativos o críticas.

“Mi relación con mi cuerpo ha sido algo verdaderamente horrible y terrible desde que tenía 11 años. Me encanta que mi cuerpo sea mío y que esté conmigo donde quiera que vaya. Pienso en mi cuerpo como mi amigo. ¡Mi feo amigo! Es complicado. Pero ¿qué le vas a hacer”, comentaba. “Ser reconocida durante todo el comienzo de tu carrera por una cosa: usa ropa delgada y canta así, me estaba volviendo loca”. Lo que hizo para darle fin a esos comentarios fue tinturar su cabello de rubio y posar para la revista ‘Vogue’ británica con un seductor ‘outfit’.

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“No importa lo que hagas, está bien o mal. Usando ropa holgada, nadie se siente atraído por mí, me siento increíblemente desagradable, poco sexy y no hermosa, y la gente te avergüenza por no ser lo suficientemente femenina. Luego te pones algo más revelador y son, como, eres una pu*** vaca gorda. Soy una pu*** y una vendida, y soy como cualquier otra celebridad que vende sus cuerpos. Es un mundo loco para las mujeres y las mujeres a la vista del público”, manifestaba hablando de su inconformismo con los estereotipos de la sociedad.

Para terminar, habló de lo poco deseada que se siente en una relación: “Sinceramente, no me siento deseada, nunca Tengo esta preocupación de sentirme tan indeseable que en ocasiones me he esforzado demasiado por ser deseable. Me entristece pensar eso”, comentaba en su entrevista.

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