Entre los nombres que adelantó este lunes Le Monde, que publicará la investigación “OpenLux” por capítulos a lo largo de la semana, no solo aparece la barranquillera, sino también deportistas como Tiger Woods, actores como Angelina Jolie y Brad Pitt, el príncipe heredero de Arabia Saudí y tres cuartas partes de las empresas del CAC-40, el índice de referencia de la Bolsa de París.

“Cientos de multinacionales (LVMH, Kering, KFC, Amazon) han abierto filiales financieras. Familias ricas hacen fructificar allí su patrimonio inmobiliario”, señala el vespertino francés en su edición digital. Además, OpenLux revela la existencia de fondos de procedencia cuestionable, que podrían estar vinculados a actividades criminales, como la mafia rusa y la calabresa.

El partido de la extrema derecha italiana, la Liga, también dispondría allí de una cuenta buscada por las autoridades de su país, así como personas cercanas al régimen venezolano que habrían escondido allí fondos procedentes de contratos públicos corruptos.

“Estas investigaciones confirman que el Gran Ducado es, en contra de lo que afirman las autoridades luxemburguesas, un auténtico centro ‘offshore’, a medio camino entre la City de Londres y las Islas Vírgenes Británicas. Cerca del 90 % de estas ‘sociedades’ están controladas por no luxemburgueses”, señala el artículo.

Hasta 157 nacionalidades están representadas en los millones de documentos analizados por Le Monde y otros 16 medios internacionales, entre ellos La Nación, Le Soir, Tempo o Süddeutsche Zeitung.

Según Le Monde, Francia se sitúa en cabeza de la lista con más de 17.000 sociedades en Luxemburgo, dueñas por ejemplo de un castillo francés en manos del príncipe saudí, la villa de Jolie y Pitt en el sudeste francés o una infinidad de casas en la Costa Azul y apartamentos parisinos, igual que grandes emblemas de la economía francesa como Décathlon, JCDecaux o Yves Rocher.

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De las 50 familias más ricas de Francia, 37 “estructuran sus compañías, patrimonio e inversiones a través de decenas de holdings luxemburgueses”, entre ellos los Hermès o Bernard Arnault, presidente de LVMH. “El caso de Francia no es único: a través de sociedades luxemburguesas, fondos de inversión anónimos compran secciones enteras de ciudades como Berlín y Londres, haciendo que se disparen los precios inmobiliarios sin ser identificables ni pagar impuestos“, apuntan.

En el Ducado están registrados desde lujosas propiedades hasta yates, helicópteros, jets privados, grandes aviones comerciales, catálogos musicales, derechos de imagen y obras de arte. En total, hasta 65.000 beneficiarios han sido identificados, entre ellos 279 de los millonarios incluidos en la clasificación de la revista Forbes.

El colectivo de medios asegura que esta investigación ha sido posible gracias a la directiva de la Unión Europea de 2018 que exigió la creación de registros públicos de propiedades reales y sociedades en todos los Estados miembro. Una medida que se aprobó tras la revelación de escándalos como los Papeles de Panamá.

Luxemburgo rechaza ser llamado paraíso fiscal

El gobierno del país ubicado en medio de Bélgica, Alemania y Francia negó las acusaciones y subrayó que respeta la normativa tanto europea como internacional: “Luxemburgo rechaza las afirmaciones realizadas en estos artículos, así como la descripción totalmente injustificada del país y su economía“, señala en un comunicado el Gobierno de Luxemburgo.

El Ejecutivo luxemburgués dijo que “toma nota” de los artículos aparecidos este lunes en los que “los autores también hacen varias afirmaciones sin fundamento sobre la economía y el centro financiero de Luxemburgo“:

“Luxemburgo está totalmente en línea y cumple con todas las regulaciones y estándares de transparencia de la UE e internacionales, y aplica, sin excepción, el arsenal completo de medidas de la UE e internacionales para intercambiar información en asuntos fiscales y combatir el abuso y la elusión fiscales”, dice el comunicado.

Apunta además que ni la Unión Europea (UE) ni la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “han identificado ningún régimen o práctica fiscal perjudicial en Luxemburgo”, al tiempo que subraya que “no ofrece un régimen fiscal favorable a las empresas multinacionales ni a las empresas digitales, que deben regirse por las mismas normas y legislación que cualquier otra empresa” del país.

Recuerda asimismo que Luxemburgo “es un país estable con calificación triple A” y que “alberga uno de los principales centros financieros internacionales de Europa”. En ese contexto, el Gobierno luxemburgués subraya que el Estado “evalúa y actualiza continuamente su arquitectura de supervisión y las medidas para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo” y aplica todas las regulaciones de la UE e internacionales, así como el GAFI (Acción Financiera Recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Blanqueo de Capitales).

Luxemburgo fue uno de los primeros países de Europa en establecer un registro de beneficiarios finales (UBO) público y “es uno de los únicos países de la Unión Europea que ha optado por un registro completamente abierto y transparente, accesible, “online” y gratuito, sin ninguna restricción al público”, añade el comunicado.