Por: EL NUEVO DÍA IBAGUÉ

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Este artículo fue curado por Andrea Castillo   Ago 15, 2025 - 10:37 am
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El viernes 15 de agosto, a las 9:30 de la mañana, un accidente laboral estremeció el centro de Ibagué. Un trabajador de la construcción perdió la vida tras caer desde el quinto piso del edificio que alberga el hotel Imperio, situado en la carrera Tercera entre calles 18 y 19, frente al parque Andrés López de Galarza. El hombre realizaba labores de mantenimiento en la cubierta del inmueble cuando, por razones que aún se investigan, sufrió la fatal caída. De inmediato, la Policía Metropolitana de Ibagué efectuó el levantamiento del cuerpo y su traslado a Medicina Legal. Hasta el momento, la identidad de la víctima, un hombre mayor de 30 años, no ha sido dada a conocer por las autoridades.

Este trágico evento se inserta en una problemática de gran escala en el contexto colombiano. Los accidentes laborales siguen siendo una de las principales preocupaciones según el Ministerio de Trabajo de Colombia, que reportó cerca de 100.000 casos en 2023. El sector de la construcción destaca como uno de los más vulnerables, dado el trabajo en alturas y otras condiciones de riesgo inherentes a sus actividades. Estas cifras subrayan la urgencia de fortalecer la cultura de prevención y garantizar el cumplimiento efectivo de la normativa vigente, entre ellas el Decreto 1409 de 2012, que establece lineamientos claros para el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST).

Análisis realizados por el Instituto Nacional de Salud (INS) profundizan en las causas recurrentes de estos accidentes. El estudio más reciente del INS señala que aproximadamente el 40% de los decesos laborales en la construcción se originan en caídas de altura, un riesgo que podría reducirse considerablemente reforzando el uso de equipos de protección personal (EPP) y la capacitación sistemática. El accidente en el hotel Imperio de Ibagué se inscribe, lamentablemente, en ese patrón identificado por las autoridades especializadas.

Desde una perspectiva regional, Ibagué ha experimentado en los últimos años un auge significativo en proyectos de construcción e infraestructura, impulsado por la reactivación económica tras la pandemia. Voces expertas, citadas por medios nacionales como la Revista Semana, han advertido sobre el rezago en la implementación de protocolos de seguridad en muchas de estas nuevas obras, lo que expone aún más a los trabajadores a situaciones de peligro.

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En el ámbito legal, la Ley 1562 de 2012 establece con claridad la responsabilidad de los empleadores de proteger a sus empleados mediante condiciones laborales seguras, además de imponer sanciones para quienes incumplan estas medidas. Sin embargo, informes recientes de la Defensoría del Pueblo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierten sobre la falta de supervisión y el persistente nivel de informalidad en la industria, factores que dificultan la eficacia de dichas normativas. De acuerdo con la OIT, la correcta aplicación de la legislación vigente podría reducir hasta en un 25% las muertes laborales en América Latina.

Más allá de las estadísticas, la dimensión humana de estas tragedias resulta ineludible. Un análisis de El Espectador resalta las graves secuelas psicológicas y económicas para las familias de las víctimas, quienes muchas veces no reciben el apoyo suficiente tras la pérdida de su ser querido. Los relatos de familiares y colegas reiteran la necesidad de políticas integrales que articulen la protección social y la asistencia post-accidente laboral.

Este caso en Ibagué reitera la importancia de la intervención tanto de autoridades locales como de entidades nacionales e internacionales en la promoción de mejores prácticas, la vigilancia y la transparencia en la investigación de los accidentes laborales. Solo una acción coordinada permitirá avanzar hacia entornos de trabajo más seguros y dignos para millones de trabajadores colombianos.

Así, la tragedia en el hotel Imperio trasciende la crónica policial para convertirse en un llamado de atención respecto a las deudas pendientes del país en materia de seguridad, prevención y dignidad laboral en el sector de la construcción.

Preguntas frecuentes relacionadas

¿Qué es el SG-SST y cómo se aplica en la construcción?

El Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) es un conjunto de normas y procedimientos dispuestos por el gobierno colombiano para prevenir accidentes y enfermedades laborales. Su aplicación dentro del sector de la construcción implica la evaluación constante de los riesgos, la entrega y uso obligatorio de equipos de protección personal (EPP), la capacitación frecuente al personal y la supervisión de las condiciones laborales por parte de los empleadores. La implementación efectiva del SG-SST busca reducir la alta tasa de accidentes en sectores de alto riesgo, como el de la construcción, asegurando que tanto trabajadores como empleadores adopten una cultura de prevención y autocuidado.

En la práctica, los empleadores deben adaptar el SG-SST a cada obra, identificando los peligros presentes y elaborando planes de intervención específicos. A pesar de que la normativa es clara, distintos informes señalan que muchas empresas pequeñas o informales incumplen estas disposiciones, lo que aumenta la vulnerabilidad de los obreros y contribuye a tragedias recurrentes.

¿Qué apoyos existen para las familias víctimas de accidentes laborales en Colombia?

La muerte o discapacidad a raíz de un accidente laboral genera graves repercusiones para las familias, quienes pueden verse privadas de su principal sustento económico. En Colombia, existen mecanismos legales de protección social, como indemnizaciones cubiertas por las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), atención médica y psicológica, así como pensiones de sobrevivientes en caso de fallecimiento. Estos apoyos están normados por las leyes laborales, pero su acceso suele estar condicionado a que el empleador haya cumplido con todas sus obligaciones de afiliación y reporte.

Pese a estos instrumentos, medios como El Espectador han documentado que, en la práctica, persisten brechas significativas: trámites extensos, falta de información, demora en los pagos y ausencia de acompañamiento integral para los afectados. Por ello, expertos y asociaciones civiles insisten en la urgencia de fortalecer tanto la difusión de derechos como la respuesta institucional cuando suceden accidentes.

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