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La campaña política en Medellín se está poniendo color de hormiga y todo se debe a la campaña sucia: comparan a candidatos con Pablo Escobar, se destrozan vallas y otras se superponen. Parece que la idea es borrar al rival a como dé lugar y más de uno está desesperado por ganar.
Es una estrategia agresiva, así lo interpretan los expertos en comunicación política, quienes creen que se está corriendo la ya sonada “línea ética”, mientras los candidatos acomodan sus discursos en códigos de ataque y defensa que solo dejan en un segundo plano las propuestas, relegando a los ciudadanos a votar confundidos o berracos.
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Los reportes de estrategias “negras” de campaña vienen de parte y parte: candidatos a la Alcaldía de Medellín, a la Gobernación, al Concejo y aspirantes a cargos en municipios metropolitanos. Los mensajes que se ven en las calles en contra de algunas campañas se mueven entre señalamientos de alto calibre, con palabras como “bandas” y “narcotráfico”, hasta intervenciones en estructuras que relacionan a políticos de vieja data con movimientos como el nazismo.
Dicen los que saben de propaganda y marketing político que la tensión se puede ver, leer y sentir en las calles todavía a un mes largo de las regionales de octubre 29. Y es que la cuerda de la polarización parece irse estirando y, como pintan las cosas, podría llegar a romperse, puntualmente en Medellín, donde el todo vale ahora hace carrera y tiene a candidatos como Federico Gutiérrez, quien puntea en las encuestas, sacudiéndose casi que a diario de una calumnia.
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Nada más este martes Gutiérrez habló de una “campaña sucia” en su contra. Lo hizo a través de su perfil en X (antes Twitter), donde alegó que las vallas que han montado en algunos sectores claves de la ciudad son falsas. “Estas vallas con información falsa vienen siendo instaladas en Medellín de forma irregular. La Alcaldía permite su instalación y no las desmonta, mientras sí lo hace con mi publicidad que tiene permiso”, dijo.
La mención de Gutiérrez hace alusión a vallas que han sido instaladas en los sectores de Sandiego, la avenida Regional y la Bolivariana. En un montaje, aparece el exalcalde al lado del empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo. Y en el mensaje se lee: “Fico, el de Odebrecht”. Ante esto, el candidato insistió en su publicación: “Son costosas. Cada una puede valer entre 4 y 5 millones de pesos. Las pagan con la plata que se robaron. Esta campaña sucia y cochina es la extensión de la que ya me hicieron en campaña a la Presidencia. Son los mismos”.
Aunque el candidato se abstuvo de emitir nombres, desde su campaña confirmaron que hasta el momento han interpuesto 22 denuncias penales, dos tutelas, una medida cautelar ante organismos internacionales y, además, han puesto la situación en conocimiento de la Subsecretaría de Espacio Público: “Es que cómo es posible que se instalen estas vallas que no tienen permiso y que además son difamatorias”, dijo el exconcejal Simón Molina, hoy vocero de la campaña de Gutiérrez.
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Recordemos que hace un par de semanas un ciudadano entuteló una valla instalada en El Poblado por Andrés Pineda, candidato al Concejo por el Partido Independientes —el del alcalde Daniel Quintero—. El mensaje que está moviendo Pineda es el siguiente: “Nunca más la oficina del narcotráFICO”, haciendo alusión al exalcalde Gutiérrez. Sin embargo, una decisión judicial dejó en firme el montaje de la polémica valla.
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Pero, como dijimos en principio, esta no es la única campaña que hasta ahora ha sido objeto de ataques. Basta con mirar las fotografías anexadas a esta nota. O, para seguir en el pulso de la Alcaldía de Medellín, recordar que en días pasados Luis Bernardo Vélez alegó falta de garantías en los ejercicios de comunicación pública y entuteló al canal local Telemedellín por adelantar debates cerradas, con solo algunos candidatos. Hasta fue al CNE porque, según sostuvo, algunas encuestadoras están inflando sus números para favorecer campañas.
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Y por el lado de Rodolfo Correa tampoco escampa. Según el candidato, mientras que las calles están inundadas de publicidad de Juan Carlos Upegui, el candidato oficialista, a él le ha costado esta vida y la otra obtener la autorización de Espacio Público para instalar su propaganda. Nada más el domingo pasado apareció en un video colgando sus balconeras en algunos barrios de la ciudad, moviendo un numeral: “En mi casa no manda Quintero”.
Él, en su salida, expresó: “La administración de Quintero creyó que impidiéndonos poner nuestra publicidad iba a apagar la campaña, pero miren esto tan bonito: la gente está poniendo balconeras en sus casas. Estas son las encuestas que no pueden comprar los politiqueros ni la publicidad que nos puede impedir hacer nadie porque esta es la voz de la ciudadanía en la calle”.
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Ya en el plano de la campaña al Concejo han aparecido reportes como el del representante a la Cámara Juan Espinal, quien afirmó que en la ciudad no hay condiciones para hacer campaña. “No paran los ataques sistemáticos contra nuestra propaganda electoral. Es lamentable que continúe la campaña sucia, además de la ausencia de garantías por parte de la Alcaldía de Medellín”, dijo, luego de que fuera destruida una de las vallas en las que Milton Vasco —candidato al Concejo— y Verónica Arango —nuevamente candidata a la Asamblea— promocionan su aspiración.
Otra candidata al Concejo de Medellín que ha reportado atropellos durante la campaña es Carolina Urda, avalada por la ASI. La candidata aseguró que la campaña de Corredor está tapando sus balconeras en los barrios. Mejor dicho: que sobre las suyas, “que son financiadas a través de rifas”, están colgando las de Corredor: “Quieren minimizar a una madre soltera y con plata borrar y tapar su trabajo. Esto es un irrespeto”.
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Lo paradójico es que hasta el mismo Corredor ha expresado falta de condiciones en la contienda porque esta administración ha desmontado parte de sus vallas para mover la publicidad de Upegui. Eso, teniendo claro que muchos sectores lo ubican como una de las cartas con las que hoy juega esta partida el alcalde Quintero.
Y la lista sigue. El 10 de septiembre, cuando el expresidente Uribe acompañaba a los candidatos del Centro Democrático en una visita al corregimiento San Antonio de Prado, fue recibido por una valla sobre los falsos positivos, de los mismos que han sacado en otras partes del país, donde se pregunta “Quién dio la orden”, acompañados además de arengas en las que le reprochaban haber ordenado la Operación Orión en la comuna 13. Fuera de eso, regaron pintura roja y pintaron en las puertas de la iglesia el nombre de Uribe, acompañado del símbolo del nazismo. “No podemos vivir en medio de la zozobra y la inseguridad. Para que exista un libre ejercicio de la democracia exigimos que el ‘alcalde’ asuma la seguridad de los ciudadanos y de los partidos que estamos declarados en oposición”, escribió en X la concejala Leticia Orrego, quien hacía parte del recorrido.
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Los protagonistas del boicot habrían sido partidarios del movimiento Independientes. Y como prueba de ello, en X seguidores del Centro Democrático publicaron la foto de uno de los jóvenes que le salieron al paso a Uribe, resultando ser candidato al Concejo de Itagüí por el Pacto Histórico. “Ustedes han apoyado a quienes se robaron a Medellín”, fue la respuesta de Uribe, quien añadió: “No vamos a ceder ni un milímetro de la ciudad, se la robaron y no vamos a descansar hasta recuperarla”.
Sobre esta situación hay que agregar que la Misión de Observación Electoral (MOE) recibió el 11 de septiembre una denuncia acerca de que funcionarios de la Alcaldía de Medellín estarían prohibiendo hacer campaña en barrios a candidatos que le hacen contrapeso a su movimiento.
El 30 de agosto, ante este organismo de la sociedad civil que busca dar cuenta de los delitos electorales y acciones que van en contra del voto libre, alguien se quejó también de que algunos candidatos al Concejo les estarían entregando mercados a la gente en San Antonio de Prado para obtener apoyos.
Pero estos no son los únicos episodios que muestran la manera como se ha radicalizado la campaña por los cargos públicos locales y regionales. Es bien sabido que en Envigado y otros municipios metropolitanos algunas campañas apelan al “fantasma de Petro” para sacarles ventaja a sus contradictores.
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Y es que justo el próximo 28 de septiembre la MOE lanzará el mapa nacional de riesgo electoral, exponiendo las principales amenazas contra los comicios que vienen, y la versión regional, en Antioquia, se dará a conocer el 11 de octubre. Lo cierto es que no habrá que esperar hasta entonces para proyectar, como lo hacen los analistas, que el tono de la campaña podría escalar y que los ataques, tanto en las calles como en redes, irán hasta el cierre de la contienda.
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