Tiempos de almuerzo de 17 minutos, insultos durante las llamadas de trabajo que conducen a depresión u otras enfermedades y recortes insólitos en los salarios son algunas de las situaciones que trabajadores de Teleperformance contaron a la revista Vorágine. 

En una extensa crónica, ese medio recogió escabrosos testimonios que dan cuenta de prácticas que rayan en lo inimaginable para un buen ambiente laboral. 

Uno de los trabajadores, que no dio su nombre por miedo a represalias, contó a esa publicación cómo es el día a día en uno de los centros de trabajo que la multinacional francesa tiene en Bogotá. El detalle más impactante de su relato es el reducido tiempo de 17 minutos que les dan para almorzar e ir al baño (según él, solo tienen dos pausas de 17 minutos en todo el día).

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“Si veo que se me hace tarde prefiero comer frío y en tres cucharadas me embuto todo. Al principio eso era muy fuerte. Veía que mis compañeros se tragaban el almuerzo como animales. Uno aprende porque toca, pero es degradante”, manifestó el empleado de Teleperformance a Vorágine. 

Otro aspecto relatado por trabajadores de esa empresa es el de los recortes que les hacen a sus salarios por las “sanciones” a las que se someten en caso de que los clientes no queden satisfechos son sus servicios de ‘call center’. (Vea tambiénEmpleados de Teleperformance estarían siendo empujados a dejarse monitorear en sus casas).

Una trabajadora, identificada como Tatiana, contó a esa revista que una vez sufrió un duro recorte en el salario de un mes por culpa de usuarios que llamaban al ‘call center’ y se ensañaban con ella. 

“Nunca fui grosera ni colgué el teléfono, de verdad no podía solucionar los problemas de los usuarios desde acá. Perdí todo al recibir malas calificaciones. La gente cree que uno está en la sede central, con todos los especialistas al lado y que no se nos da la gana de ayudarlos”, indicó a Vorágine. 

La joven fue más allá y dio a entender que, mientras los empleados de bajo rango sufren estas condiciones, los de alto rango tienen lujos y comodidades sorprendentes (aún si llevan menos tiempo trabajando en la empresa). 

Señalan que con el teletrabajo las condiciones no mejoraron. A la extrema vigilancia que sufrieron, y que fue reportada por medios internacionales como NBC, se suma la falta de herramientas para ayudar a la salud mental de los trabajadores. 

Otro trabajador, identificado como César, detalló a la revista cómo la seguidilla de insultos y hasta comentarios racistas que sufrió durante las llamadas de su trabajo lo llevaron a sufrir de ansiedad y depresión. El hombre dice que solo hasta hace unos meses se implementaron algunas herramientas de apoyo para los trabajadores, pero que estas son insuficientes. 

“Cuando atiendes las llamadas y al otro lado detectan un acento distinto, te preguntan de dónde eres. ‘Soy colombiano’, respondo. Me han dicho ‘sudaca’, ‘tercermundista’, ‘consumidor de cocaína’, ‘arrastrado’, ‘perro colombiano’”, reveló el hombre a Vorágine. 

Ante estas denuncias, la revista contactó a Teleperformance, pero recibió una respuesta en la cual detallan que no pueden dar pronunciamientos oficiales “en los tiempos señalados” por ese medio.