Tal como el presidente Gustavo Petro prometió en campaña, el pasado lunes 8 de agosto, un día después de su posesión, presentó formalmente ante el Congreso de la República el proyecto de reforma tributaria, la primera apuesta de su Gobierno. 

El documento de ese proyecto dejó entrever los primeros golpes a los consumidores y empresarios colombianos, pues aunque el mandatario había asegurado que no tocaría a los sectores populares, algunas de sus modificaciones a los impuestos sí los terminaría afectando. 

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Pulzo habló con Henry Oswaldo Carvajal, contador público experto en impuestos, quien aseguró que hay varios impuestos que sin duda serán transferidos al consumidor final. 

El impuesto “a las loncheras” afecta a los hogares más pobres

De acuerdo con Carvajal, ese impuesto es uno de los que más afectaría a los hogares más vulnerables, pues muchos hacen parte de su dieta. 

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Los paquetes de papas, tortas, pasteles, yogures y jugos de fruta componen la lonchera diaria de un niño y lo cierto es que aunque se consideran malos, no existe sustitutos y las frutas y alimentos saludables son casi inaccesibles para estos consumidores. 

“Se están incluyendo embutidos, por ejemplo, que son productos utilizados para reemplazar la carne o ciertas proteínas que las personas no pueden costear. Compran la salchicha, la mortadela, todo este tipo de productos que complementan un almuerzo y que van a subir por los impuestos”, comentó Carvajal.

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No hay una opción de reemplazo para incluirlo en las loncheras

Aunque el ideal de un menú de refrigerio escolar es que tenga frutas y verduras, lo cierto es que esos productos salen muy caros en Colombia. Para un padre de familia, con un salario mínimo, es mucho más accesible comprar un paquete de jugos para su hijo, que cuesta tres veces menos que un paquete de naranjas y rinde mucho más. 

“La persona que compraba en 1.000 pesos un paquete de papas, ahora tendrá que poner el 10 % más y aunque parezca poco, eso le va quitando poder adquisitivo de a poco. Siempre en materia de impuestos, el paganini es el consumidor final.