Desde la Federación Nacional de Ganaderos, Fedegán, hicieron un llamado a la Superintendencia de Industria y Comercio, y a las administraciones municipales, para que revisen una posible especulación en el precio del ganado, ya que los productores están vendiendo más barato las reses en pie, pero por el contrario, el precio de la carne para los consumidores finales continúa con tendencia ascendente.

Aunque de acuerdo con los análisis del gremio, realizados en las zonas de mayor productividad -Magdalena Medio, Caribe y Llanos Orientales- el precio pagado a los ganaderos ha caído en promedio 12,5 %, en el Quindío la baja sería del 20 %.

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Así lo dio a conocer Fáber Buitrago Patiño, economista y líder gremial del departamento, quien aseguró: “Efectivamente el precio para el productor ha caído entre el 12 % y el 12,5 %, pero para los consumidores finales no. Esa disminución obedece a la realidad, pero diría que en el Quindío sería en un porcentaje mayor, porque veníamos de vender ganado cebado macho extra a un precio de $ 9.500 y en este momento está entre los $ 8.00 y $ 8.200, por lo que la caída del precio está llegando a un 20 %”.

Reiteró que lo que llama la atención de Fedegán es que aunque hay una disminución del precio en las ventas de cebas para consumo, el ajuste para el consumidor no se ve, por el contrario el precio de la carne de res sigue aumentando; por ejemplo, una parte de la vaca que se vende muy bien es la falda y se compraba a $ 13.000 o $ 14.000 el kilo y hoy en día no baja de $ 20.000 o $ 22.000. 

“Ese es el tema por el que se le está haciendo un llamado a la autoridad correspondiente para que regule los precios al consumidor final, tanto en las carnicerías convencionales, como en las de grandes superficies”, apuntó Buitrago Patiño.

Por qué bajó el precio

El líder gremial manifestó que el bajón del precio obedece a que el país venía de una dinámica importante de exportación de ganado en pie a media ceba, a destinos de Oriente Medio.

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“Eso en un momento generó una oferta escasa para sustituir ganados en el país, ya que gran parte de la producción nacional se estaba exportando y se encareció mucho el ganado. Nosotros comprábamos reses de 180 y 320 kilos para cebar en un promedio de $ 4.500 el kilo y por ese fenómeno terminamos pagando entre $ 8.500 y $ 9.000, incrementos de entre el 60 % y 70 %, por la poca oferta que había en el país”, sostuvo Buitrago.

Subrayó: “Ahora que se frenaron las exportaciones de ganado en pie, comienza a bajar el precio porque aumenta la oferta en el país. Es muy importante no cerrar las exportaciones del país, estamos de acuerdo en exportar ganado en pie, vivo y a media ceba, pero de manera regulada, pero también debemos buscar que podamos generar procesos de agroindustrialización con los ganados cebados y exportar carne beneficiada en nuestros frigoríficos -empacadas al vacío-, lo que generaría un desarrollo, no solo del sector ganadero, sino que causaría un efecto muy positivo en el tema de la agroindustria y el valor agregado, porque estaríamos generando empleos importantes”.

Buitrago afirmó que en este momento hay clientes muy importantes a los que se les exporta carne beneficiada, por ejemplo, Chile, que es un mercado importante, siempre y cuando Colombia cumpla con las normas fitosanitarias, para lo que ha sido muy juicio en el control de enfermedades pandémicas con esquemas de vacunación.

Podría generar disminución de la inflación

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Para el experto, al lograr que los precios de la carne de res se regulen para los consumidores, se genera un impacto importante en el tema inflacionario, que ya bordea los 2 dígitos. “Si baja el precio para la población de este alimento que se ha vuelto muy complejo de comprar para las familias de menores ingresos, se puede suavizar la curva de inflación que se viene dando”.