El pasado 10 de agosto un grupo de 60 congresistas, encabezados por la senadora María José Pizarro, radicó un proyecto de ley que busca cerrar la entrada definitiva al fracking en Colombia.

El proyecto, que contó con el apoyo del Gobierno Nacional, a través de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, no solo buscará acabar con el fracking en el país, sino con todos los procesos no convencionales.

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Este asunto, de nuevo,  sigue teniendo opiniones encontradas. Y es que según estudios del Gobierno de Iván Duque, la exploración y producción de Yacimientos No Convencionales (YNC) a través de esta técnica sería una garantía para el país de alcanzar una estabilidad macroeconómica a largo plazo.

Esta tecnología, afirmaron en su momento, le dejaría a las arcas públicas cerca de $324 billones en 30 años, un escenario que, según las cuentas del Ministerio de Hacienda, equivale a 30% del PIB.

Sin embargo, el principal argumento del proyecto de ley radicado es que, según la ministra de Ambiente, no es lógico que si el país quiere una transición social y económica, que busca de soluciones para la crisis climática, se continúe profundizando la dependencia a los combustibles fósiles.

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Ante este panorama, es importante tener claro si este proyecto de ley afectará de alguna manera la extracción de hidrocarburos que se realiza en el departamento del Meta, ya que el proyecto de la ministra dice también que se prohíbe la “exploración y producción de hidrocarburos provenientes de Yacimientos no Convencionales. Prohíbase la exploración y producción de hidrocarburos provenientes de yacimientos no convencionales del tipo roca generadora (gas y petróleo de lutitas), arenas bituminosas, gas metano asociado a mantos de carbón e hidratos de metano”.

Sobre el tema, que preocupa a la industria petrolera en el Meta, la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) le dijo a Llano SIE7EDÍAS que: “La prohibición del fracking es un freno a una alternativa que tiene Colombia para desarrollar sus recursos energéticos y que podría generar recursos para el desarrollo y dinamización de las regiones donde se realice, a través de empleo y contratación de bienes y servicios, inversión social y ambiental. Sin embargo, es importante hacer la claridad que en el Meta no hay proyectos de yacimientos no convencionales”.

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Pero, a pesar de que en el Meta no hay yacimientos no convencionales, la ACP advirtió que:  “la suspensión de la exploración de petróleo y gas en Colombia sí generaría impactos negativos en el departamento del Meta, que es el primer productor de petróleo del país (51% de la producción diaria nacional), tanto por la reducción de los recursos fiscales que esta industria genera y que financian programas gubernamentales para la superación de la pobreza, el desarrollo socioeconómico regional, la transformación productiva y energética del país, como por el impacto a la dinámica económica local que se deriva del sector por la compra de bienes y servicios, y la generación de oportunidades laborales”

La ACP también indicó que con la caída en la producción de hidrocarburos se estima, entre 2022 y 2026, una pérdida de $18 billones de aportes fiscales y regalías a la Nación y las regiones, afectando a millones de colombianos; y por menores inversiones, los proveedores del sector, nacionales y regionales, perderían oportunidades de contratación por aproximadamente $20 billones, entre otras consecuencias que conllevaría debilitar el sector hidrocarburos.