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Una nueva reforma tributaria podría generar un duro golpe al bolsillo de los colombianos, ya que se plantea un aumento considerable en la tarifa de energía eléctrica. La Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg) ha encendido las alarmas sobre el impacto negativo que tendría esta medida en el sector eléctrico y en la economía del país.
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La propuesta de reforma busca modificar el impuesto al carbono, aumentando significativamente el valor que se grava a los combustibles fósiles, especialmente al carbón. Este incremento se vería reflejado directamente en el costo de generación de energía, lo que a su vez provocaría un alza en las tarifas que pagan los usuarios finales.
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Según las estimaciones de Andeg, el precio de la energía eléctrica podría aumentar hasta en $ 80 por kilovatio-hora, lo que representaría un impacto de 4.5 billones de pesos anuales en la demanda eléctrica. Esto afectaría no solo a los hogares, sino también a la industria, generando un efecto dominó en toda la cadena productiva.
- Aumento de costos para la industria: sectores como la siderurgia, el cemento y la producción de alimentos verían incrementados sus costos de producción, lo que podría llevar a una disminución de la competitividad y a un aumento de precios para los consumidores finales.
- Impacto en el empleo: la pequeña minería, asociada a la producción de carbón, también se vería afectada por este aumento en los costos, lo que podría generar pérdidas de empleo.
- Mayor presión sobre el presupuesto nacional: el Gobierno tendría que destinar más recursos para subsidiar las tarifas de energía de los usuarios de menores ingresos, lo que generaría un déficit fiscal aún mayor.
- Desincentivo a la inversión: la incertidumbre generada por esta reforma podría desincentivar la inversión en el sector eléctrico y retrasar la transición hacia fuentes de energía más limpias.
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La principal preocupación del gremio es que esta reforma podría tener consecuencias negativas para la economía y la sociedad en general. Al aumentar los costos de producción y reducir la competitividad de las empresas, se podría frenar el crecimiento económico y generar pérdida de empleos.
Además, se cuestiona la efectividad de esta medida para combatir el cambio climático, ya que el aumento de la tarifa de energía podría llevar a un mayor consumo de energía eléctrica en sectores más vulnerables, como el residencial, lo que contrarrestaría los efectos positivos de la reducción de emisiones en el sector industrial.
Andeg propone replantear esta medida y analizar cuidadosamente sus posibles impactos. Se sugiere estudiar otras alternativas para incentivar la transición hacia una economía baja en carbono, como la implementación de mecanismos de fijación de precios al carbono más graduales y menos disruptivos.
Es fundamental encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger el medio ambiente y la necesidad de garantizar la sostenibilidad económica y social del país.
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