Simón Borrero, CEO y fundador de Rappi, cuestionó duramente los efectos que tendría la reforma laboral, presentada por el Gobierno colombiano, en este tipo de plataformas digitales.

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“La reforma tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios”, aseguró Borrero en entrevista con Semana.

Sobre la laboralidad forzosa, aseguró que “la mayoría de rappitenderos” no buscan ser empleados con horarios fijos, sino que ven en la plataforma una opción de tener ingresos extra.

“De aprobarse la reforma, 90 % de los trabajadores digitales quedaría por fuera y daña totalmente el modelo”, aseveró.

“La reforma laboral los obligaría a ganar un salario mínimo

Simón Borrero aseguró que, en los últimos seis meses, 150.000 personas generaron ingresos a través de Rappi. Y aseguró que entre 80 % y 85 % trabajan ocasionalmente, generando ingresos promedio por hora de $ 11.000, frente a un salario mínimo que son $ 4.800 por hora.

La reforma laboral los obligaría a ganar un salario mínimo y, por ende, les entraría mucho menos dinero. Y no son ingresos menores: el año pasado, los repartidores de Rappi recibieron por medio de la plataforma medio billón de pesos”.

Aun así, Borrero afirmó que sí hay una tarea pendiente de garantizar más protección y bienestar a quienes generan ingresos con plataformas como Rappi.

Sin embargo, insistió, “eso no se debe confundir con laboralidad. Creemos que con un modelo moderno que entienda cómo funcionan las plataformas tecnológicas se puede lograr esa protección sin perder la flexibilidad”.

Con la reforma tendríamos que cobrar $ 18.000 por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas”, apuntó el CEO de Rappi.

Dos ejemplos para garantizar seguridad a los rappitenderos

El CEO de Rappi también señaló que ya hay ejemplos en el mundo frente a lo que se debería, y lo que no, para garantizar los derechos de los rappitenderos.

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Como ejemplo exitoso puso el caso de Chile, donde “lograron ampliar el bienestar y la protección para la gran mayoría de los repartidores (…) Permitieron que los que quisieran seguir así lo pudieran hacer y que los que quisieran ser empleados fijos también pudieran ser contratados bajo esa modalidad”.

Prueba del éxito del modelo chileno, dijo, es que en el país latinoamericano siguen las mismas compañías que estaban antes de su implementación.

En las antípodas está España. Según Borrero, allí se aprobó una “ley desastrosa, que quiso imponer la laboralidad forzosa”, que, a su juicio, es lo mismo que busca la reforma laboral en Colombia.

De seis compañías que operaban en España, hoy solo queda una y media, y la media ya se va a ir pronto. Eso es pésimo para todos. En España 70 % de los trabajadores digitales quedaron totalmente por fuera”, aseveró.