Escrito por:  Redacción Economía
Ago 18, 2023 - 7:42 pm

La historia de Helados San Jerónimo comienza en 1962, cuando la mamá de la familia Cabrera Baquero (Asceneth Baquero) hacía helados para sus hijos y quienes los visitaban los fines de semana en su natal Zipaquirá.

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El sabor de los helados se empezó a hacer famoso, la señora Asceneth decidió venderlos en el patio de la casa. Sin embargo, el negocio no paraba de crecer y su primera movida empresarial fue conseguir un acuerdo para comercializarlos en los colegios del municipio.

“Mi mamá era tan hábil que cuadró a las monjitas para que cambiaron el horario del recreo y que la empleada alcanzara a llevar los helados al Colegio Femenino y luego los de la Presentación”, detalló en ‘Trendiando’ Gustavo Cabrera Baquero, hijo de los fundadores.

En 1965, el padre de la familia (Gustavo Cabrera) encontró un lote en venta en el kilómetro 28 en la vía Bogotá–Cajicá cuando viajaba de Zipaquirá hacia la capital de país, decide comprarlo para construir la empresa familiar que hoy en día es el reconocido Restaurante San Jerónimo, donde muchos clientes pueden disfrutar de los helados, postres y productos de panadería.

Los primeros empleados de la empresa fueron los hijos de Asceneth y Gustavo. Durante los primeros años, la madre de la familia decía “Yo veré a la gente haciendo cola para que compren lo que yo hago”, y sus deseos se hicieron realidad, pues sus helados se venden en la mayoría de ciudades del país.

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Las recetas, típicas de Colombia, no han sido alteradas porque la familia Cabrera Baquero —que se ha mantenido como propietaria del negocio— es celosa para que los sabores se mantengan fieles a la receta de la señora Asceneth

Su particular forma cuadrada, conservando la paleta en variados colores, también forma parte del distintivo de la heladería, explicó Gustavo Cabrera en ‘La gran sabana’.

El logo de la marca San Jerónimo fue creación de Álvaro Páez, quien esbozando formas vio a don Gustavo Cabrera en pijama y pantuflas y creó el santo guiñando el ojo izquierdo.

Esta marca ha sido objeto de reconocimiento a escala internacional. En 1992, la familia Cabrera Baquero recibió con orgullo el Trofeo Internacional a la Calidad en Alimentos y Bebidas, otorgado en Barcelona, España.

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