
En un contexto económico donde la inflación sigue presionando los bolsillos de los colombianos y las tasas de interés del Banco de la República se mantienen en torno al 9,25 % efectivo anual, elegir dónde colocar el dinero para que crezca se ha convertido en una decisión estratégica.
(Vea también: Aviso a clientes de Bancolombia, Davivienda y más: si usan Bre-B, deben estar pilas pronto)
Para muchos, surge la duda: ¿es mejor invertir en un Certificado de Depósito a Término (CDT) tradicional o apostar por una “cajita” de un neobanco, esas cuentas de ahorro digitales que prometen simplicidad y rentabilidad?
Para ello, es importante tener claro qué son cada uno, sus diferencias clave y cuál podría ser la opción ganadora según tu perfil financiero.




¿Qué es un CDT y cómo funciona en Colombia?
Un CDT, o Certificado de Depósito a Término, es uno de los instrumentos de inversión más clásicos en el sistema financiero colombiano. Básicamente, se trata de un contrato entre usted y un banco (o entidad financiera) donde deposita una suma de dinero por un plazo fijo —que puede ir desde 30 días hasta varios años— y a cambio recibe intereses al final del período.
El dinero queda ‘congelado’ durante ese tiempo, lo que asegura una rentabilidad predecible y protegida contra fluctuaciones del mercado.
Los pros de un CDT son evidentes: rentabilidades más altas en plazos largos (hasta 10-12 % en algunos casos), respaldo del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafín) hasta 50 millones de pesos por persona y banco, y exención del 4×1.000 (ese molesto impuesto a transacciones financieras).
Sin embargo, la desventaja es la falta de liquidez: si necesita el dinero antes del vencimiento, enfrentará penalizaciones que pueden reducir o eliminar los intereses acumulados.
Además, las tasas son fijas o variables, pero en un entorno de bajada de tasas como el actual, podría arrepentirse de bloquear fondos por mucho tiempo.
¿Qué es una “cajita” de neobanco y por qué ha ganado popularidad?
Los neobancos —bancos 100 % digitales sin sucursales físicas, como Nu, Nequi, Ualá o Pibank— han revolucionado el ahorro en Colombia al ofrecer productos como las “cajitas”, que son sub-cuentas de ahorro personalizables dentro de su cuenta principal.
Imagine una aplicación donde crea “cajitas” temáticas: una para vacaciones, otra para emergencias, con metas automáticas y notificaciones. El dinero en estas cajitas genera intereses diarios o mensuales, y lo mejor: puede retirar cuando quiera sin penalizaciones.
Las ventajas son claras: total liquidez (retire en segundos vía applicación), facilidad de uso (apertura en minutos con cédula y ‘selfie’), y herramientas digitales como metas automáticas o ‘cashback’ en compras. Están respaldadas por Fogafín si el neobanco está regulado, y muchas evitan el 4×1.000 en movimientos internos.
Los contras pueden ser: tasas que pueden fluctuar con el mercado (aunque estables en 2025), límites mensuales de transacciones (por ejemplo, 10 millones de pesos en Nequi) y, en algunos casos, requisitos de actividad para mantener la rentabilidad.
Las diferencias clave: liquidez, rentabilidad y accesibilidad
La comparación entre un CDT y una cajita de neobanco revela contrastes fundamentales que definen cuál elegir. En términos de liquidez, las cajitas ganan por goleada: su dinero está disponible 24/7, perfecto para emergencias o imprevistos, mientras que un CDT lo obliga a esperar el plazo o pagar multas (hasta el 100 % de los intereses en algunos bancos).
Esto hace que las cajitas sean ideales para ahorros de corto plazo, como un fondo de emergencia de 3-6 meses de gastos.
Un ejemplo numérico (simple) para ilustrar la diferencia
Suponga que va a ahorrar 5’000.000 pesos por 90 días. Si un CDT paga 11 % efectivo anual (EA) y una cajita rinde 9 % EA, el interés aproximado en 90 días (cálculo proporcional sobre 365 días) sería:
- CDT (11 % EA): 135.616 pesos brutos.
- Cajita (9 % EA): 110.959 pesos brutos.
La diferencia bruta en 90 días sería 24.657 pesos. Después de la retención sobre intereses (4 % en el ejemplo), esa diferencia se reduce.
¿Cuál es mejor?
Depende de usted. No hay un ganador absoluto; todo radica en sus necesidades. Si busca maximizar ganancias y no tocará el dinero por al menos 6 o 12 meses, vaya por un CDT: su rentabilidad fija y superior lo hace ideal para metas a mediano plazo.
Pero si valora la flexibilidad, una cajita de neobanco es imbatible. Con tasas cercanas al 10 % y cero costos ocultos, son perfectas para millennials y Gen Z que viven en la era digital.
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