
El billete de dos dólares, aunque sigue en circulación en Estados Unidos, es una rareza que muchos guardan como amuleto o curiosidad. Sin embargo, lo que pocos saben es que algunos de estos billetes pueden valer mucho más que su valor nominal, alcanzando cientos o incluso miles de dólares en el mercado de coleccionistas.
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Por ello, si tiene uno en su billetera, acá le contamos cómo identificar si podría estar sosteniendo un pequeño tesoro, según expertos en numismática.
Lo primero que debe revisar es el año de emisión. Los billetes más antiguos son los más cotizados. Por ejemplo, un ejemplar de 1890 en buen estado puede superar los 4.500 dólares, es decir, unos 18’726.600 pesos colombianos, según U.S. Currency Auctions, según citó Telemundo.
Esto, gracias a su diseño histórico y escasez. Por su parte, los emitidos entre 1862 y 1917, con sellos rojos, marrones o azules, también son joyas: dependiendo de su condición, alcanzan valores de 1.000 dólares o más.
En contraste, los de 1976 en adelante suelen valer apenas unos dólares extra, a menos que tengan características especiales.
El color del sello es otra pista clave. Los billetes con sellos rojos, usados en las primeras ediciones, son especialmente buscados. Si el suyo tiene un sello verde (post-1976), su valor probablemente sea bajo, salvo excepciones.
Fíjese también en el estado físico: un billete sin dobleces, manchas o rasgaduras multiplica su precio. “La conservación es todo para los coleccionistas”, señaló Douglas Mudd, experto de la American Numismatic Association.
Luego, revise el número de serie. Los números únicos o raros —como secuencias repetitivas (22222222), escaleras (12345678) o aquellos con una estrella al final (billetes de reemplazo)— pueden disparar su valor.




Por ejemplo, un billete de 2003 con un número de serie especial podría cotizarse en 700 dólares o más. Errores de impresión, como números duplicados o cortes imperfectos, también lo convierten en una pieza codiciada.
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