La compañía en todas las partes del mundo ha asumido los costos de los servicios de conductor, y según analistas las pérdidas han llegado a US$750 millones en solo subsidios que la empresa les brinda, afirma Bloomberg.

En el año pasado, Uber tuvo pérdidas de casi 2.000 millones de dólares. En los primeros tres meses de este 2016 las pérdidas fueron de 520 millones de dólares y en los siguientes tres meses estas alcanzaron los 750 millones, lo cual representa una aceleración contundente en su caída.

Los inversionistas que están detrás de la compañía son las firmas Benchmark Capital y Goldman Sachs, con cifras de inversión aproximadas de 69 millones de dólares en los últimos dos años, informa El país.

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Pero, a pesar de los alarmantes números rojos, los financiadores aún siguen creyendo en la compañía. Max Chafkin, de Bloomberg Business Week, explica el porqué: “La gente cree que se trata de una industria muy grande. Uber puede perder mucha plata pero también está creciendo y se está expandiendo muy rápido”.

Además, Chafkin mencionó que “Uber tiene mucho dinero, por lo que la situación para ellos no es tan preocupante, por ahora”.

Al parecer, la situación no es tan grave para la red de transporte privado puesto que tienen previsto para el próximo semestre que las pérdidas disminuyan un gran porcentaje, gracias a su entrada en el mercado chino y por el nuevo interés de adoptar vehículos autónomos.

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