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Colombia se enfrenta a un Fenómeno de El Niño con empresas de energía que no tendrían capacidad financiera para sortearlo, pues los líos de caja por cuenta de situaciones como el retraso en el pago de subsidios y saldos acumulados de la llamada Opción Tarifaria —herencia del gobierno del entonces presidente Iván Duque—, han puesto a tambalear la confiabilidad del suministro y la estabilidad financiera de algunos prestadores del servicio.
Esa fue la más reciente alarma que encendió un informe de XM, operador del Sistema Interconectado y administrador del Mercado de Energía Mayorista de Colombia, según el cual en total serían 36 comercializadoras, que representan el 38,7 % del suministro energético del país, las que podrían colapsar financieramente.
El análisis, que fue presentado hace un mes a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg); al ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho; y al superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Dagoberto Quiroga, detalla que son 17 comercializadoras las que padecen problemas de liquidez, lo cual, bajo un efecto sistemático, afectaría a otras 19 compañías.
Este escenario planteado por XM también consideró factores como el aumento de los precios de la energía en el mercado mayorista, que recientemente alcanzó su máximo histórico, superando los 1.000 pesos por kilovatio hora; que los desembolsos de los créditos de Findeter comiencen en diciembre y que un 7,5 % de usuarios no paguen su factura.
Dado lo anterior, y por tratarse de un grupo de compañías que son comercializadores y distribuidores que no se pueden retirar del Mercado de Energía Mayorista, el operador señaló que estas podrían presentar deudas en la bolsa hasta por 827.000 millones de pesos.
Adicionalmente, el saldo acumulado que las empresas no han logrado recuperar de la Opción Tarifaria —mecanismo que permitió que las tarifas de la luz se congelaran, generando un saldo por recuperar a las comercializadoras, que posteriormente debía ser pagado por los usuarios a lo largo de un mayor período— podría llegar a los $8 billones, cuando hace tres meses se calculaba en $4,9 billones.
Empresas de energía en Colombia están en riesgo
La cadena de la energía tiene cuatro componentes: la generación, la transmisión, la distribución y la comercialización. La fase de la distribución, es decir, los operadores de red (postes y cableado), es el eslabón financiero más importante en la cadena de suministro.
Justamente, estas compañías son las que están lidiando con deudas acumuladas de subsidios no pagados y la imposibilidad de recuperar saldos diferidos de periodos anteriores. Factores que, por ley, no se transmiten al usuario final, pero sí dejan un “hueco” que se debe llenar.
Esta crítica situación la ha venido advirtiendo desde diciembre de 2021 la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis). Según José Camilo Manzur, director del gremio, en caso de que la Opción Tarifaria y las condiciones actuales continúen hasta el próximo mes de diciembre, sumado a otras variables como que los precios en bolsa sigan aumentado, los saldos por cobrar podrían dispararse a 10,5 billones de pesos a final de año.
“Esto equivale a más de tres años de ingreso anual por parte de las comercializadoras, lo que podría ocasionar un apagón nacional, no por temas energéticos sino por financieros”, dijo Manzur.
Pero la situación se tornó más oscura cuando el pasado 28 de septiembre XM informó que 20 compañías incumplieron con el pago o ajuste de garantía.
El ultimátum apuntaba que estas organizaciones —entre las que se encuentra Air-E, Centrales Eléctricas de Nariño, Electrificadora de Caquetá, Empresa de energía de Arauca, Empresa de Energía de Boyacá y Empresa de Servicios Públicos del Occidente Colombiano, entre otras—, tendrían hasta el próximo 18 de octubre para honrar sus deudas (originalmente debían hacerlo el 26 de septiembre), o en caso contrario podría empezar una limitación del suministro que dejaría sin luz a un importante grupo de usuarios finales.
Y aunque en ese momento el superintendente de Servicios Públicos, Dagoberto Quiroga, salió a dar tranquilidad, asegurando que el problema que tienen las comercializadoras “está pronto a solucionar”, ya que el Gobierno Nacional ha buscado opciones para colaborar, para algunos gremios hace falta celeridad.
¿Colombianos se quedarán sin energía?
La viabilidad económica no solo podría verse comprometida para la operación de las comercializadoras sino también para los generadores, pues cualquier eslabón que se rompa en la cadena significa un riesgo sistémico que pone en peligro la prestación del servicio para los colombianos.
“Si el estrés viene desde la base, también nos va a pegar. Si tú como distribuidor no tienes los recursos para pagar la energía, bien sea en contratos o en bolsa, ahí nos vemos afectados los generadores. Y por ende los transportadores. Ese riesgo financiero lo ha venido advirtiendo Asocodis, pero que el operador de mercado (XM) ya lo ponga sobre la mesa, es mucho más diciente”, señaló a este diario Alejandro Castañeda, director de la Asociación Nacional de Empresas de Energía (Andeg).
Y explicó que si bien los generadores aún no han tenido un impacto directo por la falta de liquidez de estas empresas, sí han sentido la presión.
“La Creg ha sacado un par de resoluciones con las cuales no hemos estado de acuerdo, y lo manifestamos en su momento. Se trataba de que nosotros debíamos comenzar a financiarle las compras en bolsa a esos comercializadores o distribuidores, pero somos generadores térmicos y tenemos que tener una disposición de caja importante. Nuestra principal función no es prestar plata hoy, ni diferirle pagos a nadie, nuestra función es tener los recursos disponibles para comprar combustibles, cuyos costos mensualmente ascienden a 1,6 billones de pesos”, puntualizó Castañeda.
¿Qué ha hecho el Gobierno para evitar crisis de energía?
Teniendo en cuenta todo lo anterior y tratando de evitar que la situación se agrave y se afecte la prestación del servicio de energía eléctrica en el país, la Creg emitió el 28 de septiembre la resolución número 101-024 de 2023, mediante la cual flexibilizan las garantías hasta el 30 de abril de 2024 para asegurar “el cumplimiento de sus obligaciones con el mercado y garantizar la continuidad del servicio a los usuarios durante el periodo de El Niño”.
Asimismo, el ente también publicó el proyecto de resolución 701 023, que busca evitar un riesgo de interrupción del servicio por la posible incapacidad de los comercializadores ante la forma en que se viene acumulando este saldo y los impactos que deban asumir los usuarios en las tarifas una vez este se deje de acumular.
Esto modifica la fórmula para calcular el costo unitario de cada kilovatio hora, así como para establecer los costos de comercialización, al tiempo que adiciona un anexo en la norma sobre el costo asociado con la recuperación de los saldos de la opción tarifaria.
Por otro lado, el Gobierno Nacional también lanzó un salvavidas por medio de Findeter con una línea de crédito por 1 billón de pesos para las empresas distribuidoras y comercializadoras. Estos recursos se entregarán de manera directa y con subsidio a la tasa de interés a las empresas que se hayan acogido al programa de la Opción Tarifaria.
“Lo que estamos haciendo es habilitar unas herramientas financieras. Ya hemos firmado los conceptos junto con el Ministerio de Hacienda, para garantizar que exista un auxilio, un músculo financiero que permita que las empresas puedan afrontar con buenas condiciones, ojalá con las mejores, este periodo del Fenómeno de El Niño”, afirmó Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía.
Frente a esto, XM reconoció que los desembolsos de los subsidios y la gestión de los préstamos de Findeter son claves en la sostenibilidad financiera de los agentes ante el escenario de precios altos; sin embargo, sugirió que al entregar estos créditos no debería ser exclusiva la condición de tener saldo en la opción tarifaria, ya que algunas empresas no cuentan con saldo y requieren alivios financieros.
Entre tanto, para el director de Andeg estas medidas de alivio por parte del Gobierno son buenas, pero falta acelerarlas más. “Por ejemplo, esta línea de crédito de Findeter aún no está lista y se necesita ya. Ahora, la disponibilidad de recursos es por $1 billón, pero se necesitarían entre $2,5 y $3 billones. Habría que subir el cupo de esas líneas para que funcionen mejor”, manifestó Castañeda.
A su turno, desde Asocodis reconocieron la voluntad por parte de la Creg, pero coincidieron en que las medidas deben ser urgentes en medio de un escenario amenazante por la sequía.
Para los expertos, si no se toman las medidas adecuadas, un Niño similar al de 2015-16 llevaría al sistema eléctrico colombiano a una situación de estrés crítica, por lo que el llamado es a preservar su confiabilidad y fortalecer su resiliencia.
¿Precio de las facturas de la luz subirá?
El precio de la energía en bolsa llegó este miércoles a $1.051 kilowatios/hora, superando así el precio marginal de escasez, el cual es de $1.047 kilowatios/hora.
¿Y esto qué significa? La Bolsa de Energía de Colombia, administrada por XM y en la que participan generadores y comercializadores vendiendo y comprando energía a precio de bolsa, cuenta con un precio techo de venta de energía llamado precio de escasez, que corresponde al valor máximo que puede pagar la demanda del país por la energía.
Este valor se calcula mensualmente de acuerdo con unas fórmulas establecidas en la regulación que define el esquema del cargo por confiabilidad, y cuando el precio de bolsa supera el de escasez se genera una señal de que hay una situación crítica en el sistema y se activa esta norma para regular el precio al que se compra la energía.
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Para Amilkar Acosta, ex ministro de Minas y Energía, esta es una señal inequívoca de que se está en presencia de una situación crítica en el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Acosta afirmó que lo sucedido con el precio de escasez en la jornada de este miércoles indica que “continúa el estrés del sistema interconectado, debido fundamentalmente al atraso de la ejecución del Plan de Expansión Eléctrico, tanto de generación como de transmisión, empujando hacia arriba los precios”.
Pero, ¿esto afectará las el costo de la factura de luz que pagan los hogares colombianos? Según Alejandro Castañeda, director de Andeg, el impacto es menor de lo que se podría pensar, ya que solo una parte de la energía que se consume en el país se adquiere en la bolsa, mientras que el resto (aproximadamente un 80 %) está asegurado por contratos a largo plazo a un precio fijo más bajo.
Sin embargo, para Diego Mesa, exministro de Minas y Energía, la suspensión de los contratos de largo plazo adjudicados en las subastas de energía renovable de 2019 y 2021, los cuales garantizaban precios muy competitivos, si bien le dio un respiro a las generadoras de energía renovable que tienen atrasos en sus proyectos, le generó una carga adicional a las comercializadoras, las cuales estarían obligadas a contratar nuevamente esa energía, incrementando su exposición a la bolsa de energía.
“Dado el precedente de la suspensión de los contratos de largo plazo, algunos generadores temen que incrementos en el precio de bolsa, el cual podría superar el precio marginal de escasez, motive una intervención a este mecanismo. Esta situación estresaría aún más el sistema, pues los generadores podrían verse obligados a gastar el agua que hoy están optimizando para cumplir con obligaciones del cargo por confiabilidad, causando una situación de escasez en el futuro”, explicó el ex funcionario.
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