La situación económica es muy difícil para muchas empresas alrededor del mundo y eso ha conllevado a que algunas de ellas hayan tenido que cerrar sus puertas durante los últimos meses.
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Semanas atrás, la multinacional estadounidense WeWork comunicó que firmó un acuerdo de apoyo a la reestructuración de la compañía con titulares de, aproximadamente, el 92 % de sus pagarés garantizados para reducir drásticamente las deudas que tenía, lo que conllevó al cierre de muchos de sus locales.
La mala hora también le llegó a la compañía brasileña Americanas SA, una de las empresas textiles más importantes de su país, luego de una crisis financiera que la llevó a la declaratoria de quiebra.
El principio del fin se dio con un escándalo por fraude fiscal que, según informó Semana, derivó en deudas impagables y a un estado el que sus bienes se emplearán para saldar las obligaciones con sus acreedores.
Ese fraude en el que se vio envuelta la compañía duplicó su deuda, ascendiendo a 9 millones de dólares, a pesar de tener un valor de mercado de 198 millones de dólares. Su deuda actual ronda los 2.200 millones de dólares, lo que alarmo a los auditores.
Un examen al interior de la empresa reveló diversas irregularidades en los balances financieros, llevándola al concurso de acreedores hace meses. La cadena de tiendas le debe a los bancos Bradesco SA, Banco Santander SA y Banco BTG Pactual SA, importantes sumas de dinero.
A pesar de su crítica situación, Americanas SA busca un acuerdo para reestructurar su deuda con entidades financieras, aunque muchos de sus trabajadores quedarán cesantes a partir de la fecha, como medida para intentar salvar la compañía.
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