
Canoo, la ‘startup’ californiana que aspiraba a revolucionar el mercado de los vehículos comerciales eléctricos, anunció que está en bancarrota y se acogió al capítulo 7 del Código de Quiebras de Estados Unidos.
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La compañía, que durante años captó la atención de inversores y socios estratégicos, decidió cesar sus operaciones de forma inmediata, poniendo fin a una historia de grandes ambiciones, pero también de constantes dificultades financieras, explica Híbridos y Eléctricos.
Fundada en 2018 en Torrance, California, Canoo nació con el objetivo de convertirse en la “Tesla de las furgonetas eléctricas”. Inicialmente bajo el nombre de Evelozcity, presentó en 2019 un monovolumen eléctrico versátil, diseñado para adaptarse a diversas necesidades comerciales y particulares.
Su propuesta innovadora atrajo la atención de importantes actores de la industria, incluyendo al Grupo Hyundai, que en 2020 anunció una colaboración por cinco años con una inversión prevista de 87 millones de dólares.
Ese mismo año, Canoo decidió salir a bolsa en busca de capital para expandir su negocio. Sin embargo, la presión del mercado y los desafíos operativos pronto comenzaron a hacer mella en la compañía. En marzo de 2021, apenas un año después de sellar su alianza, Hyundai decidió retirarse del acuerdo, dejando a Canoo en una situación vulnerable.
A pesar de sus dificultades financieras, Canoo logró captar la atención de instituciones de renombre, como la NASA, que en su momento firmó acuerdos para utilizar sus vehículos en operaciones diarias. Sin embargo, ni siquiera estos contratos pudieron evitar el desenlace que se confirmó el pasado viernes, cuando la empresa presentó su declaración de quiebra.




Qué pasó con Canoo, empresa de carros eléctricos
La declaración de quiebra bajo el Capítulo 7 implica la liquidación total de los activos de Canoo para saldar sus deudas. Un comité será el encargado de gestionar el proceso de disolución de la compañía.
El caso de Canoo es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchas ‘startups’ en el sector de la movilidad eléctrica que compiten con empresas chinas.
Hoy, la industria está saturada de nuevos participantes, con gigantes automotrices tradicionales que han redoblado sus esfuerzos para dominar el segmento eléctrico.
Aunque en su momento se especuló con una posible adquisición por parte de Apple, la oferta nunca se concretó y, con la quiebra ya en marcha, las posibilidades de un rescate parecen cada vez más lejanas.
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