Portal de economía y negocios especializado en información del dólar, bolsas de valores, inversiones, otros mercados de capitales, indicadores económicos, criptomonedas, empresas y economía de bolsillo, entre otros temas del día a día.
El Grupo Ecopetrol presentó recientemente La Ruta de la Iguana, un proyecto itinerante concebido para acercar el conocimiento sobre la industria energética y sus retos contemporáneos a las comunidades donde tiene presencia la compañía. Esta iniciativa se enfoca en explicar la cadena de valor del petróleo, los desafíos de la transición a energías sostenibles y la inversión socioambiental de Ecopetrol, todo ello mediante lenguajes y experiencias apropiados para públicos diversos. En palabras de Diana Jiménez, directora de Relacionamiento Institucional y Comunicaciones, el propósito es “escuchar, co-crear y construir relaciones duraderas en los territorios”, reiterando el interés de la empresa por una transición energética que tenga en cuenta las realidades locales (Comunicado de Ecopetrol).
La feria recorrerá 17 municipios que abarcan desde La Guajira hasta Putumayo, con la proyección de impactar en esta etapa a aproximadamente 10.000 personas y ejecutar 20 activaciones en total en ocho departamentos hacia el año 2025. El dispositivo educativo está conformado por seis estaciones interactivas y una pantalla gigante para proyecciones, instaladas en plazas, colegios y escenarios deportivos. Allí, niños, jóvenes y adultos participan de talleres, juegos, realidad virtual y ambientes inmersivos orientados a comprender mejor la industria petrolera, la importancia del gas en la seguridad energética, y los retos de la protección ambiental (Comunicado de Ecopetrol).
Una de las metas explícitas de La Ruta de la Iguana es fortalecer el vínculo de Ecopetrol con las comunidades para lograr aceptación y sostenibilidad social de sus actividades. Este acercamiento responde a un contexto global en el que empresas energéticas buscan mejorar su reputación e impacto a través de programas educativos y espacios de participación. Al respecto, la Agencia Internacional de Energía (IEA) destacó en 2023 que este tipo de iniciativas tiende a facilitar la transición hacia energías renovables y a reducir conflictos socioambientales, mientras fomenta la apropiación de los cambios entre las poblaciones locales.
La eficacia de formatos como talleres interactivos y realidad virtual, centrales en La Ruta, es respaldada por estudios como el de la Universidad de California en Berkeley (2024), que evidencia mayor retención de conocimiento y actitudes proambientales, especialmente en personas jóvenes y comunidades con menos acceso a educación convencional.




Sin embargo, la transición energética no está exenta de múltiples desafíos en regiones donde la economía y la identidad cultural están fuertemente ligadas a la actividad petrolera. El Banco Mundial advierte la necesidad de acompañar estos procesos con estrategias que minimicen el impacto laboral y económico en estos territorios (Reporte 2024). Por ello, la construcción de discursos y saberes compartidos a través de mecanismos como La Ruta puede ser determinante para integrar los nuevos modelos productivos y ecológicos a la cotidianidad de la población.
Por último, expertos de la Global Investigative Journalism Network (GIJN) recalcan la importancia de evaluar periódicamente estas iniciativas, asegurando que promuevan una participación auténtica de las comunidades y que sus resultados no se queden en acciones simbólicas o de imagen (“greenwashing”). Para que programas como La Ruta de la Iguana sean efectivos, deben contemplar procesos de rendición de cuentas, retroalimentación y ajuste continuo, alineados con las expectativas y necesidades reales de quienes habitan los territorios impactados.
En síntesis, La Ruta de la Iguana ejemplifica una apuesta de Ecopetrol por democratizar el conocimiento energético y fortalecer la confianza con las comunidades. Este tipo de propuestas pedagógicas y de diálogo comunitario es crucial en un contexto de transición hacia formas de energía más sostenibles y socialmente aceptadas, siempre que se fundamente en el rigor, la inclusión y la adaptación permanente a las realidades locales.
¿En qué consiste exactamente la transición energética? La transición energética hace referencia al proceso de cambio desde fuentes de energía tradicionales, como el petróleo y el gas, hacia fuentes más sostenibles como la energía solar o eólica. Este proceso implica retos tecnológicos, culturales y económicos, especialmente en regiones cuya estructura laboral y social depende de la industria de hidrocarburos. En el contexto colombiano, y específicamente en las zonas donde opera Ecopetrol, la transición además abarca la necesidad de fortalecer la educación y la participación ciudadana, de modo que las comunidades comprendan y puedan adaptarse progresivamente a nuevas realidades energéticas.
A esto se suman desafíos que trascienden lo meramente tecnológico, como la creación de alternativas productivas y la protección del tejido social local, según lo advierte el Banco Mundial. La integración de saberes tradicionales y nuevas narrativas sobre los recursos y el medio ambiente se convierte en una pieza clave para que esta transformación logre ser socialmente aceptada y sostenible.
¿Cómo garantiza Ecopetrol la participación comunitaria en La Ruta de la Iguana? El comunicado de Ecopetrol señala que la participación comunitaria es uno de los pilares de La Ruta de la Iguana, mediante foros, talleres y actividades de co-creación donde las opiniones y conocimientos locales son escuchados. Este enfoque busca que la comunidad no solo reciba información, sino que también pueda expresar inquietudes y proponer soluciones relacionadas con la transición energética y el impacto social y ambiental de la industria.
De acuerdo con recomendaciones de la Global Investigative Journalism Network (GIJN), para que este tipo de programas sean efectivos y no se reduzcan a campañas de imagen, se requiere que existan canales claros para la retroalimentación y mecanismos de evaluación participativos. Así, la apropiación del conocimiento y la adaptación a los cambios energéticos se ven reforzadas por el protagonismo activo de quienes habitan los territorios intervenidos.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO