Escrito por:  Redacción Economía
Ago 25, 2025 - 7:12 am

La marca de ropa infantil EPK, que durante casi 20 años vistió a millones de niños en Colombia, anunció su cierre definitivo tras no superar sus problemas financieros, informó Semana. La Superintendencia de Sociedades confirmó que la compañía entrará en proceso de liquidación, después de que fracasara el intento de reorganización.

¿Quién es el dueño de EPK?

En 2024, y luego de siete años de disputas legales en la SIC, el fondo internacional Bridgewood Capital INC logró recuperar en junio la titularidad de la marca de ropa infantil EPK en Colombia. El proceso enfrentaba a la compañía con el empresario Samuel Tcherassi, quien había registrado y usado marcas similares que derivaron en múltiples litigios de propiedad intelectual.

La SIC determinó que Bridgewood Capital INC es el único titular de la marca EPK en Colombia, y concluyó que la sociedad FINTEKXIS S.A.S., representada por Tcherassi, infringió los derechos de propiedad industrial al explotar la expresión “Epeka”, la cual era ortográfica y fonéticamente confundible con EPK. Por esta razón, ordenó cesar de forma definitiva el uso de dicho signo y cualquier otro que pudiera generar confusión en el consumidor.

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Además, la Superintendencia resolvió varios expedientes adicionales, todos a favor de Bridgewood, frente a marcas solicitadas por Tcherassi o personas relacionadas con él. Tras el fallo, el fondo internacional manifestó su interés de volver a invertir en Colombia y recuperar la presencia de EPK en el mercado nacional, pero este plan no fue suficiente para salvar a la empresa.

¿Por qué cerró EPK en Colombia?

A pesar de haber tenido presencia en 67 países y de consolidarse como una de las marcas de moda infantil más recordadas, EPK no logró sostener su operación en el mercado nacional.

La sociedad Akmios S.A.S., dueña de la marca desde 2005, se acogió a la Ley 1116 de 2006 en busca de salvarse de la quiebra; sin embargo, las dificultades financieras obligaron a detener el proceso y optar por la liquidación.

Según los últimos estados financieros reportados con corte al 31 de diciembre de 2023, la empresa informó activos por 70.673 millones de pesos frente a pasivos que ascendían a 174.304 millones de pesos, lo que reflejaba una brecha insalvable. En la actualidad, la compañía no cuenta con empleados directos ni indirectos, por lo que el proceso se concentrará en los acreedores.

De acuerdo con la Superintendencia de Sociedades, los acreedores deberán presentar sus reclamaciones ante el liquidador, quien elaborará el inventario de activos y la determinación de los pasivos para que sean aprobados por el Juez del Concurso. El superintendente Billy Escobar Pérez explicó que, en este caso, la compañía agotó todos sus esfuerzos para recuperarse, pero fue necesario acudir a los mecanismos de insolvencia “para proteger los activos de la empresa y garantizar que los acreedores puedan recuperar, en la medida de lo posible, sus derechos”.

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