Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 21, 2025 - 9:44 am
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La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) anunció recientemente que, durante el mes de octubre, llevó a cabo el cierre temporal de 47 establecimientos comerciales en Bogotá. Esta medida, dirigida a negocios de sectores como restaurantes, bares, tiendas y hasta instituciones que prestan servicios de salud, responde al incumplimiento de diversas obligaciones tributarias, entre las que destacan la no expedición de la factura electrónica, el impago de retenciones y omisiones en el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Esta información fue transmitida por la propia entidad fiscalizadora, según reportes de El Espectador.

La ejecución de los cierres tuvo lugar en diferentes localidades de la capital, incluyendo Antonio Nariño, Teusaquillo, Chapinero, Usaquén, Barrios Unidos y Fontibón. Los establecimientos infractores debieron cerrar sus puertas por tres días, luego de un proceso administrativo en el que se comprobó la falta. Este rigor busca garantizar igualdad ante la ley y proteger el recaudo fiscal.

Un caso especialmente significativo fue el del restaurante histórico La Puerta Falsa, fundado en 1816 en el sector de La Candelaria. Según información divulgada directamente por el establecimiento, la sanción se debió a inconsistencias en la documentación y a la falta de actualización de un correo electrónico. El local expresó que no recibió notificaciones oportunamente porque los avisos de la DIAN llegaban a un correo inactivo, lo que derivó finalmente en la medida de cierre.

Durante el presente año, la DIAN ha emitido 272 decisiones administrativas que han culminado en el cierre de negocios por causas relacionadas a la no emisión de factura electrónica o de su documento equivalente, así como por la omisión en el pago de tributos como la retención en la fuente, el IVA y el impoconsumo. Esto demuestra la continuidad y sistematicidad de la vigilancia tributaria en la ciudad.

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La directora seccional de Impuestos Bogotá, Patricia González Vasco, destacó la importancia de que tanto la ciudadanía como los empresarios asuman sus responsabilidades. En su declaración, afirmó que las jornadas de fiscalización no tienen un carácter punitivo, sino que buscan fomentar la legalidad y el cumplimiento general. Según González Vasco, la DIAN pone a disposición sus servicios para asesorar y resolver inquietudes sobre los requisitos que establece la normativa.

La DIAN apoyó estos procesos en las herramientas tecnológicas del Centro de Monitoreo de Facturación Electrónica. Este sistema, según la entidad, facilita el seguimiento en tiempo real e identifica a aquellos comercios que no cumplen con los requerimientos fiscales. Además, el organismo recordó que cualquier ciudadano puede reportar irregularidades de manera anónima utilizando el sistema PQRS/Denuncias por terceros a través de su portal web o vía WhatsApp.

Así, la campaña de cierres no solo representa una acción de control estatal, sino que incide también en la cultura tributaria de Bogotá, invitando a la comunidad a participar activamente en la vigilancia del cumplimiento de las normas fiscales. ¿Contribuirá este enfoque tecnológico y participativo a mejorar la recaudación y la transparencia tributaria en la capital?

¿Qué implica exactamente la factura electrónica para los comerciantes?

La factura electrónica, cuya exigencia es central en las acciones recientes de la DIAN, es un documento digital que reemplaza a la factura tradicional en papel y debe ser expedido por los comercios ante cada transacción. Esta modalidad facilita el control fiscal, asegura la trazabilidad de las operaciones y agiliza la información tributaria tanto para los empresarios como para la administración pública.

La obligatoriedad de la factura electrónica exige a los comerciantes adecuar sus sistemas y estar al día en las plataformas tecnológicas que la soportan. No contar con estos mecanismos puede traducirse en sanciones como las reportadas por El Espectador, además de conflictos administrativos por problemas de comunicación, como sucedió con La Puerta Falsa. Para los negocios, comprender el alcance y el correcto manejo de la factura electrónica es, por ende, fundamental para cumplir con las normas y evitar sanciones.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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