En un año, los precios de productos y servicios subieron un 15,2 % en Valledupar, según el reporte del índice de precios al consumidor, IPC, del Departamento Nacional de Estadística, Dane.
Esto significa que entre octubre de 2021 y el mismo mes de 2022, comprar alimentos se hizo un 27,5 % más caro; adquirir artículos para el hogar un 20,7 %; y los servicios de restaurantes se hicieron un 19,7 % más costosos.
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Un ejemplo claro es el corrientazo o almuerzo, que entre los sectores más económicos de la ciudad pasó de $ 8.000 a $ 10.000.
La inflación en los alimentos de la capital del Cesar está por encima de otras ciudades de la costa Caribe como Barranquilla (25,85%) y Cartagena (26,76%).
Incluso, al comparar la variación de Valledupar con la de Santa Marta, es posible evidenciar que en la capital del Magdalena los comestibles subieron 2,19 % menos que en Valledupar.
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No obstante, la ciudad de Riohacha registra un aumento anual en el precio de los alimentos de 29,74 %, lo que convierte a este territorio guajiro en uno de los más ‘golpeados’ por la inflación, según el Dane.
Esto agudizaría el problema del hambre en La Guajira, de acuerdo con la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia, Abaco, pues en estos departamentos “se empiezan a limitar las comidas”.
Municipios como Sincelejo y Montería registraron un aumento de 29 % y 26,5 %, a corte de octubre, respectivamente, siendo el porcentaje sucreño el segundo más alto de la región.
Ahora bien, la variación mensual de los precios para los consumidores vallenatos, según el estudio del Dane, fue de 0,87%, con una diferencia de 0,15 por ciento del 0,72% registrado a nivel nacional.
Si bien la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un alza de 1,41 %, la de transporte incrementó 5,44 % respecto de septiembre.
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Desde el gremio de taxistas de la Capital Mundial del Vallenato, Julio Domínguez aseguró que desde hace alrededor de 5 cinco años no han ajustado los costos del servicio. “Pero los conductores lo hacen indirectamente porque todo ha subido, incluidos los repuestos y otros costos de operación”, subrayó.
Domínguez indicó que la variación podría partir de los $ 1.000. Cabe indicar que el Gobierno nacional autorizó el aumento de $ 200 al galón de gasolina. Llama la atención que el servicio de electricidad, el cual tenía una tendencia a la alta, bajó levemente.
Además del encarecimiento del costo de vida, el municipio cesarense enfrenta otro problema socioeconómico: un desempleo del 17,5 %.
La citada entidad de estadísticas determinó que hasta el mes de septiembre, Valledupar es la tercera ciudad capital con mayor población desempleada.
Esta combinación entre alto costo de vida, desempleo e informalidad hace que el presupuesto para el mercado y otras actividades rinda menos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de los hogares más vulnerables de la ciudad.
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