La crisis que se ha desatado en el sector de la construcción, donde se reporta la reducción en las ventas de unidades nuevas y la pérdida de más de 700 empleos en el último trimestre, también se está sintiendo en el mercado inmobiliario de la vivienda usada que se da en arrendamiento, así lo manifestó César Augusto Londoño Ramírez, propietario de la inmobiliaria Londoño Ramírez, en la ciudad de Armenia, quien advirtió que si no hay construcciones nuevas, el mercado del arrendamiento va a estar muy limitado y los precios seguirán muy altos como ha venido pasando en los últimos meses.

“En este momento la situación sigue muy complicada debido a la incertidumbre por parte de los compradores en hacer inversiones, por los cambios en la política gubernamental, entonces la gente está muy muy a la expectativa de saber que qué va a pasar con todos estos cambios por lo que los mercados tanto del nuevo como del usado han estado muy reprimidos”, expresó Londoño Ramírez.

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Dijo que, en el caso de la vivienda en arrendamiento, se está dando un fenómeno y es que existe mucha demanda, pero hay poca oferta, lo cual ha ocasionado que los precios de los inmuebles bajo esta figura aumenten considerablemente de precios.

“En arrendamiento tanto de casas como apartamentos el mercado está muy restringido”, señaló el propietario de la inmobiliaria.

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Añadió que muchas personas buscan viviendas usadas para comprar porque tienen áreas más grandes, son más económicas y son construcciones consolidadas. Sin embargo, la crisis del sector viene desde el año anterior y no se sabe qué va a suceder en los próximos meses. 

Vivienda usada por las nubes

De acuerdo con un informe de Fedelonjas, el precio de venta de la vivienda usada durante el 2022 creció 7.7 %. Desde esta entidad señalaron que la compraventa de vivienda usada presenta una menor tasa de participación por parte de intermediarios financieros, es decir, que se compra con menos crédito hipotecario, en contraposición con los registrado en la nueva.

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“Esto aísla parcialmente el efecto negativo de las altas tasas de interés en la actualidad y es resultado de que los inversionistas buscan refugio para no perder poder adquisitivo pues la finca raíz ha demostrado ser la opción más segura y estable con el paso de los años”, agrega Karina Tatiana Reyes Anaya, líder del gremio que reúne a más de 10.500 agentes inmobiliarios en el país.

Según el Dane, en el 2022 el valor de los desembolsos para la adquisición de vivienda usada decreció 30.23 % mientras la nueva decreció 19.16 %. “Esto se explica parcialmente por la focalización en la asignación de subsidios para la compra de vivienda nueva. La caída de venta de vivienda obedece a varios factores como la pérdida de poder adquisitivo de las familias, las altas tasas de interés que generan menor monto a prestar y, por supuesto, a los ajustes a los subsidios de VIS por falta de disponibilidad presupuestal”, señalaron desde Fedelonjas.

Añadieron: “No obstante, la dificultad de comprar vivienda nueva le está dando más oportunidades a la vivienda usada. De una parte, las familias encuentran en el mercado del usado un precio más benéfico, áreas más generosas y más opciones de ubicación. Además, al ofrecer disponibilidad inmediata, las familias tienen un respiro porque no tienen que pagar cuota y arriendo al mismo tiempo que es una de las dificultades más grandes para el acceso al techo propio”. 

Según la entidad en este inicio de año también se nota la alta demanda de viviendas para alquiler. Esto aumenta la demanda de arriendos en estratos 3 y 4 en arriendo y, por ende, el interés de los inversionistas que quieren comprar porque buscan rentar. 

“Debido a que hay viviendas que toman más tiempo en venderse, precisamente por las altas tasas de interés, los inmobiliarios le están recomendando al propietario que las arriende para recibir ingresos mientras el mercado se estabiliza para percibir ingresos y recuperarse con la valorización que vaya teniendo el predio”, indica Karina Reyes, presidente de Fedelonjas.