Escrito por:  Redacción Economía
Jun 2, 2025 - 8:42 am

Al abrir un CDT, la mayoría de las personas solo se enfoca en comparar tasas de interés, pero no siempre se detienen a pensar en el plazo que van a elegir. Y aunque a veces se pasa por alto, ese detalle puede tener un gran impacto en los rendimientos de la inversión. 

David Susa, Director de Tecnología y Cofundador de la fintech MejorCDT, explica que “escoger bien el plazo es clave, porque no solo las tasas cambian según el tiempo, sino que cada banco tiene su propia estrategia: algunos ofrecen mejores tasas en plazos cortos, otros en plazos largos. Entender esa lógica ayuda a tomar mejores decisiones”. 

Según datos de la Superfinanciera, a marzo de este año, la mayoría de los CDTs en Colombia tienen plazos de 18 meses o más. Eso quiere decir que muchas personas están dispuestas a dejar su dinero quieto por más tiempo para ganar más. Pero ojo: también crecen los CDTs de corto plazo. Los que vencen en menos de seis meses subieron un 32,26 % y los de entre seis y 12 meses un 12,41%.

¿La razón? Muchas personas prefieren mantener flexibilidad o simplemente no tienen claro qué hacer con ese dinero y lo ‘parquean’ temporalmente en un CDT mientras deciden.

¿Es buena idea escoger plazos cortos para un CDT?

No hay plazos buenos o malos, todo depende de la situación. Los CDTs de corto plazo son ideales si se quiere mantener flexibilidad, se está planeando un viaje o se tiene un gasto importante pronto. La clave es que el plazo se alinee con los planes.

Pero, como explica David Susa, muchas veces se eligen plazos cortos simplemente por no tener claridad sobre qué hacer con el dinero. Y en un contexto donde la inflación está bajando y las tasas probablemente seguirán cayendo, esa decisión puede no ser la más rentable. “Algunas entidades, especialmente neobancos, ofrecen tasas atractivas a 3 o 4 meses. Y aunque suenan bien, es importante recordar que esas tasas son efectivas anuales: es decir, se refieren a lo que se ganaría si el dinero se dejara todo un año. Como el vencimiento es mucho más corto, la ganancia real es proporcionalmente menor”.

Por ejemplo, explica Susa, una tasa del 10% efectivo anual (E.A.) en un CDT a 3 meses no significa que se ganará ese 10% al vencimiento. Esa tasa aplica solo si el dinero permanece invertido los 12 meses. En un plazo de 3 meses, la rentabilidad efectiva real es de aproximadamente 2,41 %, lo que en un CDT de $10 millones equivale a una ganancia cercana a $241.000.

En los plazos largos, ocurre lo contrario. Si una entidad ofrece una tasa del 10% E.A. y se mantiene el dinero invertido durante 18 meses, los rendimientos se acumulan por más tiempo gracias al efecto compuesto. En ese caso, la rentabilidad efectiva total sería de aproximadamente 15,6%, lo que en un CDT de $10 millones representa una ganancia cercana a $1.560.000. Por eso, cuando no se necesita disponer del dinero pronto, elegir un plazo más largo puede ser una estrategia financiera más rentable.

La explicación de esto es que además de las tasas efectivas anuales, hay también tasas nominales para calcular rentabilidad por períodos más cortos. Es así que una tasa nominal mensual refleja la ganancia mensual sin el efecto del interés compuesto. En este sentido se debería tener en cuenta la diferencia y no mezclar tasas nominales y E.A. porque puede llevar a malos cálculos y a perder rentabilidad.

“Hoy todavía pueden encontrarse CDTs con tasas de doble dígito. En un contexto donde la inflación está bajando y se proyecta cerca del 3% para fin de año, la rentabilidad real puede ser muy atractiva. De modo que si se tiene un excedente de liquidez y no se necesita usar ese dinero pronto, asegurar una buena tasa a largo plazo puede ser una excelente decisión financiera”, afirma Susa.

Uno de los temores más comunes al elegir un CDT a largo plazo es necesitar el dinero antes del vencimiento. Para esos casos, MejorCDT, la plataforma que permite comparar y abrir CDTs de distintas entidades sin costo adicional, ofrece la posibilidad de retirar hasta $10 millones del CDT antes del vencimiento, en caso de emergencia y sin costos adicionales. Así, a través del CDT-Flexible, el usuario puede asegurarse una buena tasa de largo plazo, sin renunciar por completo a la posibilidad de acceder a su dinero si surge un imprevisto.

Al elegir un CDT, no se trata solo de decidir si se prefiere un plazo corto o largo. La clave está en entender para qué se necesita el dinero, cuándo se va a usar y cuál es el contexto del mercado. Muchas veces estas decisiones se toman rápido, sin revisar a fondo las opciones disponibles.
Una recomendación fundamental es comparar tasa efectiva contra tasa efectiva, sobre todo cuando se están evaluando plazos distintos. Por ejemplo, no es correcto comparar una tasa efectiva anual de un CDT a 18 meses con una tasa nominal de uno a 3 meses. Esa diferencia de formatos puede llevar a decisiones poco informadas.

Además, si no se necesita usar el dinero pronto, mantenerlo invertido por más tiempo puede producir una rentabilidad real mayor, tanto por asegurar hoy una buena tasa como por el efecto acumulado del tiempo sobre los intereses. Antes, comparar entre bancos o encontrar la mejor opción para cada plazo implicaba visitar varias entidades o lidiar con información dispersa. Hoy, existen herramientas digitales que permiten, en minutos, revisar diferentes entidades, evaluar qué plazos tienen mejores condiciones y abrir su CDT.

Al final, se trata de invertir con criterio. Porque la diferencia entre una buena y una mejor decisión, puede estar en detalles como el plazo de la inversión.

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