
En seis años de operación, la fintech colombiana Bold ha revolucionado el acceso a servicios financieros para más de 550.000 pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en Colombia.
Fundada en 2019, Bold ha recaudado USD 140 millones, generando más de 1.200 empleos directos y consolidándose como una de las principales compañías del sector.
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Su modelo de “Crédito Basado en Ventas” ha permitido desembolsar más de $ 143.000 millones, beneficiando a negocios excluidos del crédito formal tradicional.
Además, su ecosistema financiero integral —que incluye cuentas empresariales, tarjeta débito y diversos métodos de pago digitales— ha permitido que cerca de 90.000 PyMEs centralicen y gestionen sus ingresos digitales, acumulando más de $ 40.000 millones en depósitos.




Con un 5 % de participación en el mercado de datáfonos y transacciones mensuales por casi 1 billón de pesos, Bold se ha convertido en la tercera empresa más transaccional del país.
Reconocida por su innovación, fue destacada por Fast Company y galardonada con el Gran Effie. Su misión sigue siendo democratizar el acceso financiero mediante tecnología accesible y sin costos ocultos, posicionándose como una startup colombiana de talla internacional comprometida con la inclusión y digitalización financiera.
Por qué las fintech son claves para Colombia
Las fintech, o empresas de tecnología financiera, se han consolidado como actores fundamentales para el desarrollo económico en Colombia, al democratizar el acceso a servicios financieros y fomentar la inclusión de sectores tradicionalmente excluidos del sistema bancario. Durante décadas, miles de pequeños negocios y personas naturales no pudieron acceder a productos financieros como cuentas bancarias, créditos o medios de pago digitales debido a barreras como la falta de historial crediticio, altos costos operativos o procesos burocráticos. En este contexto, las fintech han irrumpido con soluciones innovadoras, ágiles y tecnológicas, que permiten ofrecer servicios personalizados y adaptados a las necesidades reales de los usuarios, incluso en zonas apartadas o vulnerables.
Este tipo de empresas han generado un impacto directo en el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que constituyen más del 90% del tejido empresarial colombiano y aportan significativamente al empleo y al PIB nacional. Gracias a modelos como el “crédito basado en ventas” o los depósitos electrónicos sin costos ocultos, muchas Mipymes han podido formalizarse, mejorar su flujo de caja, invertir en sus operaciones y crecer de forma sostenible. A su vez, la digitalización de los medios de pago y la incorporación de herramientas como datáfonos, links de pago, códigos QR y cuentas empresariales ha permitido una mejor trazabilidad de ingresos, facilitando el acceso a crédito y fortaleciendo la transparencia financiera.
Además, las fintech han promovido la competencia en un sector históricamente dominado por grandes bancos tradicionales. Al ofrecer soluciones más eficientes, con menores costos y enfocadas en la experiencia del usuario, han obligado al sistema financiero a adaptarse y modernizarse, lo cual beneficia a toda la población. Esta competencia también ha estimulado la inversión extranjera, como lo demuestran casos de fintech colombianas que han levantado millones de dólares en capital, canalizados directamente a la generación de empleo, innovación tecnológica y expansión de servicios financieros en el país.
Por último, el papel de las fintech en Colombia va más allá de lo económico. Estas empresas también están cumpliendo una función social al cerrar brechas de desigualdad y permitir que más ciudadanos participen activamente en la economía digital. A medida que se amplía su cobertura y se consolidan modelos sostenibles, las fintech seguirán siendo claves para construir una economía más dinámica, equitativa y resiliente, en línea con los desafíos de un país en desarrollo como Colombia.
Cuáles son productos financieros claves allí
Otro aspecto relevante del impacto de las fintech en la economía colombiana es su contribución a la educación financiera y la cultura digital. Muchas de estas empresas no solo ofrecen productos financieros, sino que también capacitan a sus usuarios sobre cómo administrar mejor su dinero, cómo usar herramientas digitales y cómo tomar decisiones informadas en torno a sus finanzas personales y empresariales.
Esta formación, muchas veces gratuita y accesible desde plataformas digitales, empodera a miles de personas que antes no comprendían el funcionamiento del sistema financiero o no confiaban en él. Al fomentar una ciudadanía más informada y preparada, las fintech no solo impulsan el crecimiento económico individual, sino que también fortalecen el desarrollo económico colectivo, haciendo que la economía colombiana sea más inclusiva, participativa y preparada para afrontar los retos de la transformación digital global.
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