Las cesantías se convierten en el seguro de muchos pues, aunque es una prestación social, debe considerarse como un ahorro de urgencia con el que cuentan millones de trabajadores en casos específicos, tales como desempleo e, incluso, permiten que muchos ciudadanos accedan a oportunidades educativas o con una soñada casa.
(Vea también: Plata que muchos trabajadores desconocen que tienen ahorrada y ayuda para comprar vivienda)
Cada persona que está vinculada con una compañía va sumando año a año una cantidad de dinero que podrá recibir en caso de que renuncie a la empresa, o, en su defecto, las puede solicitar para comprar un lote, una casa, pagar impuestos, créditos de hipoteca y también, en caso de que quiera hacer mejoras a su vivienda o reparaciones específicas.
La educación financiera es un eje fundamental a la hora de usar las cesantías
Gustavo Vega Villamil, presidente de ACH Colombia, expuso la necesidad de que los ciudadanos prioricen el ahorro para casos de emergencia, tales como el desempleo.
La idea principal de esta prestación social es brindar una estabilidad temporal en caso de que la persona se quede sin trabajo, es decir, puede funcionar como colchón mientras encuentra una nueva oportunidad laboral.
“A través del ahorro constante y disciplinado, los trabajadores pueden acumular un fondo de cesantías significativo con el tiempo. Esto no solo proporciona seguridad financiera en el presente, sino que también contribuye a una mayor estabilidad económica en el futuro”, dijo Vega Villamil.
Así las cosas, queda claro que, con miras hacia el futuro, las cesantías pueden ser mucho más funcionales y no destinarlas a un simple capricho, pues son producto del esfuerzo de varios años y lo ideal es que estén destinadas a un objetivo claro.
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