
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) halló un incumplimiento en el contenido neto vendido por Comercializadora del Llano S.A., tras una inspección realizada en noviembre de 2022 en su planta de Villavicencio.
El producto afectado fue el ‘Arroz del Llano’, presentación de 500 gramos, lote 4759, apuntó la SIC en su misiva.
(Vea también: Frenan a importantes empresas de construcción en Colombia: SIC las investiga por una jugada).
Según el análisis técnico, cada unidad contenía en promedio 1,89 gramos menos de lo declarado en el empaque, lo que representó un total de más de 34 bolsas incompletas en una producción de 9.000 unidades.




Esta situación constituye una afectación directa al consumidor, pues pagó por una cantidad que no recibió, lo que atenta contra la confianza en el etiquetado de productos de consumo masivo como el arroz.
Como resultado, la SIC impuso una sanción de $ 335.008.000 mediante la Resolución 42953 del 11 de julio de 2025, por no cumplir con los requisitos establecidos en la Resolución 32209 de 2020, que regula los productos preempacados.
La entidad destacó que la metrología legal es clave para garantizar que lo anunciado en los empaques coincida con lo entregado, y reiteró el deber ético y legal de los productores de cumplir con la normativa. La decisión admite recursos legales.
Qué es la SIC y cómo opera en Colombia
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) es una entidad adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, encargada de ejercer funciones de vigilancia, control y protección en diferentes áreas relacionadas con el mercado. Su principal objetivo es velar por el correcto funcionamiento de la competencia, proteger los derechos de los consumidores, garantizar la calidad de los productos y servicios que se ofrecen en el país, así como regular y supervisar las actividades empresariales que puedan afectar el bienestar económico de los ciudadanos.
La SIC cumple un papel fundamental en la promoción de una economía transparente, equitativa y eficiente, en donde tanto los consumidores como los empresarios tengan garantías claras para operar en condiciones justas.
Dentro de sus funciones más destacadas está la protección al consumidor, lo que implica vigilar que los bienes y servicios ofrecidos en el mercado cumplan con lo que prometen, sean seguros y respeten los derechos básicos de quienes los adquieren.
En este sentido, la SIC puede investigar y sancionar prácticas engañosas, publicidad falsa, cláusulas abusivas en contratos o cualquier conducta que afecte negativamente a los consumidores. Además, actúa como autoridad metrológica, verificando que los productos preempacados contengan la cantidad exacta de lo declarado en sus etiquetas, protegiendo así el bolsillo de los compradores.
Otro rol esencial de la SIC es el control de la libre competencia. La entidad vigila que las empresas no incurran en prácticas restrictivas como monopolios, acuerdos de precios o abuso de posición dominante, que puedan distorsionar el mercado y perjudicar a los consumidores o a otros actores económicos. Cuando detecta este tipo de comportamientos, puede iniciar investigaciones administrativas y, en caso de comprobar infracciones, imponer sanciones que incluyen multas significativas.
De igual forma, la SIC supervisa y controla la propiedad industrial en Colombia, es decir, tramita y protege las marcas, patentes, diseños industriales y demás signos distintivos, fomentando así la innovación y el respeto por los derechos intelectuales.
Además, la Superintendencia ejerce funciones de inspección y vigilancia sobre las cámaras de comercio y algunos registros públicos, y también resuelve conflictos mediante mecanismos alternativos como la conciliación.
En resumen, la SIC es una autoridad clave en la economía colombiana, que garantiza el equilibrio entre empresas y consumidores, promueve la competencia sana y vela por el cumplimiento de normas que aseguren un entorno de mercado justo y confiable para todos.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO