Escrito por:  Redacción Economía
Jun 13, 2025 - 10:55 am

Las marcas colombianas están ganando presencia en Emiratos Árabes Unidos gracias al impulso del Latinoamérica Business Center (LABC), que promueve la internacionalización de empresas latinoamericanas en sectores como alimentos, moda, tecnología y educación.

En el sector alimentario, compañías como Comestibles Mapy, Divina Granola y D’Lala Candies ya comercializan sus productos en más de 30 puntos de venta de la cadena Zoom, detalla Portafolio.

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Se espera que al cierre de 2025 se alcance un valor comercial cercano a los USD 90.000, con presencia en 200 tiendas.

En moda, marcas colombianas como Bless y Simona han ingresado al mercado de Dubái mediante alianzas estratégicas, y se prevén inversiones superiores a los USD 180.000.

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También se destaca la proyección en inteligencia artificial, con startups latinoamericanas participando en eventos clave como GITEX Global. En educación, se han desarrollado misiones académicas con jóvenes del SENA, fomentando experiencias formativas en turismo y moda.

Este proceso de expansión ha sido liderado por Juliana Cabrejo y Cecilia Porras del LABC, entidad que ha consolidado un puente comercial y cultural entre América Latina y el mundo árabe, con el objetivo de atraer inversiones superiores a los USD 200.000 en sectores estratégicos como tecnología, moda y educación.

Por qué es bueno que empresas colombianas vendan en el exterior

La expansión de las empresas colombianas al exterior representa una oportunidad estratégica de crecimiento, fortalecimiento empresarial y posicionamiento global. Ingresar a nuevos mercados permite a las compañías diversificar sus fuentes de ingresos y reducir la dependencia del mercado interno, lo que resulta crucial en contextos económicos inestables.

Al vender en el extranjero, las empresas enfrentan nuevos retos que, a su vez, impulsan la mejora de sus estándares de calidad, innovación en productos y procesos, y la adopción de tecnologías más avanzadas. Esto contribuye no solo a su competitividad internacional, sino también a elevar el nivel del ecosistema empresarial colombiano en su conjunto.

Además, la internacionalización abre la puerta a alianzas estratégicas con socios extranjeros, lo que facilita el acceso a redes de distribución, financiamiento, conocimiento del consumidor y canales digitales de venta. Participar en ferias internacionales, formar parte de vitrinas comerciales y establecer presencia en puntos de venta en ciudades clave como Dubái, por ejemplo, permite que las marcas colombianas se posicionen como referentes de calidad en sectores como alimentos, moda, tecnología o educación.

Esta visibilidad es fundamental para construir reputación, atraer inversionistas y generar confianza en nuevos mercados. También se genera un efecto multiplicador positivo para otras empresas nacionales que pueden seguir el mismo camino al ver casos exitosos.

Otro aspecto importante es el impacto en la economía colombiana. Las exportaciones generan divisas, dinamizan sectores productivos y crean empleo de calidad. Las empresas que crecen en el exterior suelen expandirse también en sus operaciones locales, aumentando su capacidad productiva y contratando más personal.

Además, la inversión extranjera que puede derivarse de esta visibilidad internacional fortalece sectores estratégicos como el tecnológico, el educativo o el agroindustrial, con potencial de innovación y transformación social. En este sentido, organismos como el Latinoamérica Business Center juegan un rol clave al brindar asesoría, conexión con compradores y plataformas de visibilidad internacional.

Cómo el país se beneficia de esos negocios

Llevar productos colombianos al exterior permite proyectar la identidad y riqueza cultural del país. Cada artículo exportado —ya sea una granola saludable, una prenda de diseño o un software educativo— cuenta una historia sobre la creatividad, el talento y la diversidad de Colombia.

Esta narrativa positiva mejora la imagen del país a nivel internacional y puede abrir puertas no solo para los negocios, sino también para la diplomacia, el turismo y la cooperación académica y cultural. Por tanto, internacionalizarse no solo es una buena decisión comercial: es una apuesta integral por el desarrollo sostenible del país.

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