“No tenemos novedades sobre él y su hermano. Esperamos convencer a la justicia para que ordene la libertad en la brevedad posible. No hay ninguna prueba nueva contra ellos”, expresó un portavoz de su defensa.
De hecho, Marcelo Pecci, fiscal del caso, había manifestado hace un mes que no había más que indagar, aunque aclaró que el hecho podría tener “conectividad con una red criminal que trafica pasaportes que comprometen el nombre del Paraguay”.
Pecci admitió que tanto Ronaldinho como su hermano Roberto colaboraron con desde un comienzo, pues aseguró que en sus testimonios “nunca mintieron”.
El campeón del mundo con Brasil en 2002 estuvo entre marzo y abril en un centro policial de la capital paraguaya, de donde fue trasladado a un hotel gracias al pago de una fianza.
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