La anunciada visita de Leonor Serrano, esposa del fallecido dueño del Deportes Tolima, Gabriel Camargo Salamanca, aparenta haber sido una clara estrategia para enviar, desde la dirigencia del ‘Vinotinto y Oro’, un poderoso mensaje institucional. Y de paso desmentir las versiones de parte de la prensa, en especial la bogotana, sobre lo que sería la inestabilidad del proyecto deportivo de la ‘tribu’.

La exsenadora y exgobernadora de Cundinamarca, quien durante décadas estuvo al margen de las decisiones que tomaba su pareja al frente del Tolima, tal parece que está decidida -pese a sus avanzados 86 años- a apoyar de manera directa a su hijo: César Camargo Serrano, actual presidente del club, en el marco del revuelo que generaron las declaraciones de su hija, Catherine Camargo Serrano.

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Las declaraciones de la mujer, quien quedó como heredera del 75 % de los bienes del dirigente, en su momento causaron impacto, pues afirmó que era la dueña del equipo y que su deseo era llegar a mandar en la ‘tribu’. Pero tras filtrarse el panorama accionario, en la que la máxima accionista es su madre, con un 39%, estaría expuesta -justamente- la voluntad de la ‘baronesa’ política del Sumapaz.

La presencia de Leonor Serrano en las instalaciones del Manuel Murillo Toro de Ibagué, justo en el partido más mediático del inicio de temporada (contra Millonarios), estaría encaminada en un solo sentido: un fuerte espaldarazo al manejo que ha hecho César, quien cuentas extraoficiales lo ponen con un 24,75% de las acciones: menos de lo que tendría su hermana, con un 34,25%. Y ratificar así el actual mandato.

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Solo en actos políticos con los que buscaba un respaldo en las urnas de los hinchas del plantel, a Serrano se le vio involucrada -de algún modo- con la institución: como sucedió en 2010, cuando incluso se repartían volantes en su deseo -infructuoso- de volver al Senado. Pero de resto estuvo a distancia de lo deportivo, y lo último que se sabía de ella era de sus correrías por territorio cundinamarqués.

Antes de esta aparición, la más reciente ocasión en que la dirigente se vio en la escena pública fue el 24 de noviembre del 2022, cuando presidió junto a su hijo las exequias de su esposo, que se llevaron en la capilla del Gimnasio Moderno de Bogotá. Este miércoles no solo estuvo en el palco: bajó a los camerinos y le estrechó la mano al plantel de jugadores, entre ellos al goleador Diego Herazo.

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En un elenco en el que juegan un papel importante los simbolismos, lo que desde la organización se quiere transmitir a la comunidad en general, era predecible que tarde que temprano Leonor Serrano irrumpiera en Ibagué. Más aún: cuando uno de sus principales acompañantes es su nieto, Alejandro Camargo, quien fue la adoración en los últimos años de vida del popular ‘Senador’.

“Siempre al pie del cañón. Su equipo, nuestro equipo, el equipo de todos” y “Gracias doña Leonor por estar” se leyeron en las publicaciones que hizo durante la jornada la institución, en sus canales oficiales. Con fotos de la veterana política, nacida en Zapatoca (Santander), pero quien hizo su carrera en el altiplano cundiboyacense, suelo en el que obtuvo el apoyo popular en diferentes cargos.

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Ante esto, en las redes los comentarios que la calificaban de ‘generala’, o ‘comandante‘ no tardaron en aparecer. Y es claro que en un altísimo porcentaje, existe un respaldo ‘tácito’ a la actual administración; en contraste de Catherine Camargo, quien vive hoy en los Estados Unidos y ha tenido delicadas situaciones al interior de la familia, por las cuales no goza del respaldo de su progenitora.

Si algo ha marcado la gestión de César Camargo Serrano, quien tomó el lugar de su padre y pidió públicamente el respaldo de la parcial, es que es muy sagaz en cada paso que da. Y la del miércoles fue, a juicio de personas cercanas al entorno del ‘Vinotinto’, una jugada maestra en su objetivo de consolidarse en el mando. Y garantizar la viabilidad de un colectivo que gana poder en el FPC.

Por: Mario Alejandro Rodríguez