Es uno de los mejores futbolistas de la historia y deleitó al mundo especialmente en la década del 80. Asimismo ha sido uno de los deportistas más criticados por su conducta y por los problemas extrafutbolísticos que tuvo. El argentino fue adicto a la cocaína, todo empezó en Europa y por poco fallece en su país natal.

Maradona compró una casa en Pedralbes,  uno de los barrios más exclusivos de Barcelona, cuando llegó allí, en 1982. El ‘10’ llevó a sus papás, hermanos y suegros, aunque también llegó un grupo de amigos y primos a los que luego llamarían el ‘clan Maradona’. Algunos de sus ex compañeros dicen que cuando iban a la casa del ‘Pelusa’ podían encontrar hasta 30 o 40 personas, y él los mantenía a todos.

Muchas son las versiones que se manejan de la vida nocturna del talentoso futbolista. Posibles salidas del ‘clan Maradona’ en un Mercedes-Benz en la noche, donde recogían prostitutas y travestis y los llevaban a alguna de las casas hasta el amanecer. En lo futbolístico todo iba bien en sus primeros meses, pero todo cambió en diciembre de 1982 cuando le descubrieron una hepatitis.

Varios sostienen que en realidad contrajo una enfermedad venérea y lo encubrieron, pero al final los exámenes confirmaron su hepatitis. Estuvo 3 meses sin jugar y regresó cuando el técnico ya no era Udo Lattek, sino su compatriota César Luis Menotti. El argentino tomó una curiosa decisión y fue entrenar por las tardes porque esa era la hora en la que se disputaban los partidos oficiales. Personas escépticas dicen que lo hizo sabiendo de las salidas nocturnas de Maradona y así el ‘10’ entrenaba descansado.

A final de la temporada 1982 – 1983 ganaron la Copa del Rey y la Copa de la Liga, ambas en finales ante el Real Madrid, y la última con un espectacular gol de Diego. El inicio de la siguiente temporada no fue bueno, sufrió una fuerte patada de Andoni Goikoetxea, del Athletic Bilbao que le partió el tobillo. Debieron operarlo y cuando se esperaba que estuviera 6 meses por fuera, su recuperación en Argentina solo duró 3 meses.

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En esos primeros años, Jorge Cyterszpiler era el representante de Maradona, con quien se conocían desde niños en los ‘Cebollitas’. Lo volvió una marca comercial, era la imagen de diversos productos y hasta cobraba por entrevistas. También se dice que Cyterszpiler tenía problemas económicos y constantemente pedía adelantos a la directiva blaugrana. La paciencia de los dirigentes se estaba agotando.

Cuando Maradona regresó de la lesión de tobillo ya el Barça tenía la punta de la liga a varios puntos de distancia, aunque llegaron a la final de la Copa del Rey. Era el 5 de mayo de 1984 y los culés se medían a Goikoetxea y el Athletic de Bilbao. Hubo declaraciones calientes previas, los vascos ganaron 1 – 0 y al final hubo una batalla campal con el ’10’ como protagonista. Golpes de un lado y de otro y hasta se dice que el ‘clan Maradona’ estuvo cerca de entrar a la cancha, pero la policía lo impidió.

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Al argentino lo sancionaron con 3 meses sin poder jugar y sintió que los directivos no lo respaldaron. Maradona sabía que el fin se estaba acercando y en ese verano de 1984 llegó la oferta del Napoli. José Luis Núñez, presidente del Barcelona, ya no lo quería. Algunos aseguran que incluso le llegaban informes de la policía donde le hablaban de la vida nocturna de Maradona y su adicción a las drogas.

Maradona luego de su lesión de tobillo / Clarín
Maradona luego de su lesión de tobillo / Clarín

¿Cuándo empezó Maradona a consumir drogas?

Varios de sus compañeros y allegados aseguran que sí salía mucho, pero tomaba whisky con Coca-Cola. Otros dicen que fue la última noche en Barcelona antes de partir a Italia cuando probó la cocaína. “Fue en Barcelona, con 24 años, la primera vez que probé la droga. El error más grande de toda mi vida”, dijo el ‘pelusa’ en una entrevista a Maurizio Costanzo, en 2017. Durante varios años circuló una versión que decía que su suegro, ‘Coco’ Villafañe fue el que le dio a probar. Sin embargo, la propia exmujer, Claudia, ha negado esto y afirmó que su padre ni siquiera estuvo en España con Maradona.

Lo extraño es que Maradona cumplió 24 años cuando ya estaba en Nápoles, pero hasta en su libro el argentino dice que probó la cocaína en Barcelona. Estuvo allí de 1982 a 1984 aunque no dice cuándo fue exactamente. En el documental de Asif Kapadia, el futbolista recuerda que fue en una discoteca cuando alguien le ofreció ‘un touch’. El caso es que se marchó a Italia, y a una ciudad dominada por laCamorra, una organización criminal mafiosa.

Nápoles estaba inundado de cocaína y efectivamente Maradona comenzó a tener contacto con la familia Giulano, que hacía parte de la ‘Camorra’. Le regalaban relojes de oro e incluso alguna vez que Diego pensó en dejar el equipo por una amenaza, pero le aseguraron que nada le iba a pasar a su familia. Maradona se volvió un Dios tras ganar el primer Scudetto y convertirse en el símbolo de la Italia del sur, región constantemente discriminada por el norte a nivel social, donde estaban los clubes de Milán, Verona y el Juventus de Turín.

Luego vinieron más éxitos con otra liga, una Copa de Italia, una Supercopa de Italia y una Copa UEFA. Pero Maradona estaba descontrolado, acababa los partidos los domingos, salía a cenar y de ahí se iba de fiesta hasta el miércoles. Tenía 3 días para “limpiarse”, y volvía a jugar el domingo. En los controles médicos al parecer alguien orinaba por él, no era difícil adulterar los resultados.

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Su preparador físico personal, Fernando Signori, visitó varias clínicas de rehabilitación junto a Claudia Villafañe, esposa de Maradona. Pero nadie podía controlar al crack, y cuando le pidieron ayuda a Ferlaino no mostró mayor interés. Para él, siempre y cuando el argentino jugara y siguiera ganando títulos no importaba nada más. Maradona quiso dejar el club en 1989 al estar agobiado en una ciudad donde no tenía tranquilidad, pero el presidente Ferlaino no lo quiso vender.

Toda la ciudad sabía de la vida nocturna del ’10’ y él estaba protegido por los directivos y la ‘Camorra’. Todo cambió cuando Argentina eliminó a Italia en la semifinal del Mundial de 1990, en el propio estadio de Nápoles. Era una Copa del Mundo diseñada para que la ‘azzurri’ ganara y la paciencia se acabó con Maradona. Tiempo después se realizó la ‘Operación China’ donde las autoridades intervinieron llamadas telefónicas de Maradona con la ‘Camorra’ y pedía drogas y prostitutas.

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Jorge Cyterszpiler y Diego Maradona / La Vanguardia

El argentino llegó a un acuerdo para no ir a la cárcel y luego llegó otro golpe. En marzo de 1991 dio positivo en un control antidoping por cocaína y lo suspendieron por 15 meses. Maradona volvió a su país y un mes después la policía allanó uno de sus apartamentos y encontró droga mientras estaba con unos amigos. En 1992 regresó al fútbol al fichar por el Sevilla, allí estaba su exentrenador Carlos Bilardo con el que fue campeón del mundo en México 1986.

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En España se dice que la cosa no cambió mucho, incluso hay un libro que se llama ‘La Vida Loca’, donde el periodista Adolfo Mollichelli cuenta el año en que el argentino estuvo en Sevilla. En su última etapa en Boca Juniors, en 1997, también dio positivo en un control antidoping, aunque Maradona había hecho una denuncia anteriormente donde decía que lo estaban amenazando con alterar sus pruebas. Finalmente, en octubre de ese mismo año, se retiró cuando estaba a pocos días de cumplir 37 años.

La adicción a la cocaína lo persiguió tras “colgar los guayos”. Tocó fondo en enero del 2000 cuando estaba en Punta del Este Uruguay y debió ir de urgencia a Cuba para un tratamiento de rehabilitación. En 2004 de nuevo lo internaron, esa vez en Argentina y tras la salida lo llevaron a una clínica neuropsiquiátrica para desintoxicarse. Fueron los 2 momentos más difíciles de Maradona a nivel de salud. Todo comenzó con un “touch” en Barcelona, y por poco termina con su vida mucho antes de lo esperado.