Aunque los formalismos indicaron que fue una decisión de mutuo acuerdo, las declaraciones de Hernán Torres Oliveros, en las que dejó en claro -una y otra vez- que su salida del Deportes Tolima se daría el día en que la dirigencia decidiera prescindir de sus servicios, hacen pensar que, en efecto, esta fue más una destitución que una decisión consensuada. Algo que solo sabrán las partes en cuestión.

(Le puede interesar: El opaco registro que repetiría Deportes Tolima, luego de una década)

Lo cierto es que después de tres años, cuatro meses y 18 días, la segunda era del ibaguereño llenó a su fin. Con una amargura aún más profunda de su primer adiós, el 27 de noviembre del 2011, Torres se fue tras lograr el título de la Liga, en 2021-1, y Superliga, en 2022. Pero con el sinsabor de dos ligas perdidas (2021-2 y 2022-1), y la eliminación en una más (2022-2), como principales fracasos.

Es tan sorprendente la determinación tomada por la directiva que para ver cuál fue el último timonel apartado de su cargo hay que ir al 22 de agosto del 2017; es decir, hace cinco años, ocho meses y dos noches, cuando el fallecido presidente del club, Gabriel Camargo Salamanca, despidió a José Eugenio ‘Cheché’ Hernández: quien solo duró 75 días en el cargo, con solo nueve juegos y 11 puntos.

Con Hernández se cerró una seguidilla de cuatro técnicos en ocho meses, que empezó con el uruguayo Gregorio Pérez, luego continuó con el encargo -por un partido- de Carlos Castro, y el rápido relevo del colomboargentino Óscar Héctor Quintabani. Porque luego del ‘Cheché’ llegó Alberto Gamero, quien en su segundo ciclo logró la segunda estrella, y permaneció hasta ese 4 de diciembre del 2019.

(Lea también: Semana con vibrantes partidos de la Liga BetPlay para no perderse; vea aquí el calendario)

Si algo ha sido una política institucional, es que en el ‘Vinotinto y Oro’ se le da continuidad a los procesos. Por eso, hasta este lunes, el de Torres era -junto al propio Gamero en Millonarios- el entrenador con más tiempo en un club, mientras todos los demás, al menos una vez, cambiaron de profesor. Incluso, el propio Gamero, que alcanzó a durar 832 días antes de marcharse al azul.

Para dimensionar este asunto, solo seis técnicos han pasado por las filas de la divisa de la ‘Tierra Firme’ en la última década. Y desde 2003, año en el que conquistó su primera estrella, de la mano del bogotano Luis Augusto ‘Chiqui’ García, solo 10 estrategas han tenido bajo su mando al equipo, algunos de ellos hasta con tres épocas, como sucedió en el caso del ‘Cacique’ Jorge Luis Bernal.

Lee También

Si hay un club que resulta la excepción a la regla en el convulsionado fútbol colombiano, que aguanta hasta cuando puede a sus adiestradores -salvo ese ‘torbellino’ del 2017 con la primera salida de Gamero- es el ‘Pijao’. No hay ninguna otra divisa que sea así de constante con sus orientadores y que perdure en el tiempo. En el caso de Torres, era evidente que el desgaste se hizo, a todas luces, insostenible.