Hace unas semanas la UEFA publicó un informe llamado ‘The business case for Women’s football’ en el que analiza el crecimiento del fútbol femenino en estos años y proyecta el esperado en la próxima década en términos de ‘engagement’, valor comercial, seguidores y otros parámetros que apoyan la afirmación de que, efectivamente, esta disciplina está en un proceso de crecimiento muy acelerado y todavía le queda mucho margen de crecimiento.
Son varios los datos resaltables de este informe, empezando por la previsión de crecimiento de la cifra de seguidores de fútbol femenino en Europa que actualmente cuenta con 144 millones de personas y que, en esta década, aumentará hasta los 328 millones de seguidores, lo que supone más del doble y superaría a los seguidores de atletismo o baloncesto.
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El pasado año se ha superado con creces el seguimiento del fútbol femenino con respecto a los anteriores: récord de asistencia histórico a un partido de fútbol femenino en la semifinal de UWCL entre Barça y Wolfsburgo en el Camp Nou (91.648 personas), el doble de espectadores en la final de la UWCL que en la edición pasada, más de 3 millones de espectadores en las retransmisiones de dicha final (56 % más que en la anterior) y un crecimiento en 2022 del 76 % en redes sociales con respecto al año anterior, superando la cifra de 20 millones.
Esto también se traduce en mayor flujo de dinero en toda operación realizada dentro del fútbol femenino, ejemplo de ello es el gasto en traspasos por parte de los equipos estudiados, que superó por primera vez la cifra de dos millones de euros.
También la Eurocopa femenina celebrada en Inglaterra barrió todos los récords, con más de 574.000 asistentes y más de 300 millones de espectadores en total a lo largo del del campeonato.
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Todo esto, sumado a la relevancia que va adquiriendo a nivel local el fútbol femenino, la importancia que le dan los clubes a la sección femenina, afirmando que su inclusión en el organigrama del club ha tenido un impacto muy positivo en su reputación.
También destacan el crecimiento rápido de seguidores, que se refleja en el hecho de que la mayoría (57 %) de los aficionados de fútbol femenino llevan 5 años o menos siguiéndolo y además una tercera parte es completamente nueva.
Todo esto lleva a la UEFA a pensar que en 2033 el valor comercial del fútbol femenino se habrá multiplicado por seis, llegando a rondar los 686 millones de euros anuales.
También se multiplicará por seis el valor de patrocinio de los clubes, alcanzando la cifra de 295 millones de euros en 2033. En este sentido, resaltan que el ‘engagement’ conseguido tanto por las futbolistas en redes sociales como por las marcas que patrocinan a clubes, selecciones o torneos oficiales es mucho mayor que el conseguido en el fútbol masculino, un incentivo muy alto para que las marcas apuesten por esta disciplina.
Como dato probatorio de este fuerte ‘engagement’, Alexia Putellas pasó de los 400.000 seguidores en Instagram antes de ganar el Balón de Oro a superar el millón de seguidores solo 72 horas después de haberlo ganado.
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