Freddy Rincón fue figura de Santa Fe y América y a los 26 años tuvo su primera experiencia internacional cuando lo fichó el Palmeiras. Allí le ganó el puesto a Edilson, que no quedó muy contento, y bajo el mando de Vanderlei Luxemburgo ganó el Paulista y el Brasileirao. En ese equipo también se encontraba Edmundo, delantero de complicada personalidad al que apodaron ‘el Animal’ y con quien Rincón no se llevó muy bien.

‘El Coloso de Buenaventura’ pasó por Napoli, Real Madrid, regresó a Palmeiras y en 1997 llegó a Corinthians. Se volvió figura y capitán del ‘timão’ con el que disputó el primer Mundial de Clubes en el 2000. Fueron primeros del grupo por encima del Real Madrid y clasificaron a la final donde enfrentaban al Vasco da Gama de Romário y Edmundo. Para el periodismo y la opinión pública el Vasco era el amplio favorito.

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A los 33 minutos hubo una falta, Rincón se disponía a cobrar y Edmundo le corrió el balón atrás. El colombiano tomó el balón, lo volvió a ubicar en su sitio parándose fuertemente al lado del ‘Animal’ y se dijeron un par de cosas. Siete minutos después, Edmundo quiso ir a robarle un balón a Rincón y este puso su cuerpo y le dio un manotazo, el brasileño quedó inmóvil y el árbitro ni pitó falta. Edmundo quedó sorprendido y entre ambos se fueron hablando cosas no muy amistosas. Corinthians ganó por penales, Rincón acertó el suyo mientras que Edmundo falló el definitivo.

Solo un par de semanas después el Santos fichó a Rincón y lo recibieron como una estrella. A mediados de 2000 también contrataron a Edmundo y el colombiano sentenció: “No es un jugador normal. Él está llegando para desestabilizar el grupo”. Así y todo, debieron convivir no solo ahí, sino al siguiente año en el Cruzeiro donde no les fue bien.

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