
A propósito del seguimiento a las normas de tránsito en Colombia, parece interesante recordar cómo fue la llegada de uno de los vehículos que se ha convertido en emblema a nivel nacional.
¿Cuándo llegó el primer Jeep Willys a Colombia?
El primer Jeep Willys, cuyo origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, llegó a Colombia en 1946, pero solo hasta el 16 de julio de 1961 se ensambló por primera vez un carro de este modelo en el territorio nacional, remarcó el portal especializado El carro colombiano.
Este vehículo, diseñado para ser resistente y versátil en el campo de batalla, encontró en las difíciles trochas y caminos de la región cafetera colombiana el escenario perfecto para demostrar su valía.

Lo llamativo de la Leonidas Lara e Hijos se le adelantó a Colmotores, fabricante de Chevrolet, para obtener la licencia de Willys Overland de Toledo (Ohio) para el ensamblaje en Colombia.
El precio del primer Jeep Willys hecho en Colombia fue de 19.600 pesos de la época, 1961, en lo que afirmaba era 22% menor al de cualquier otro auto importado. Eso lo catapultó como el carro más barato del mercado.
“Este valor correspondía a 99 salarios mínimos legales vigentes de la época, lo que haría pensar en cerca de unos 100 millones de pesos actuales”, indicó el mencionado portal.
Luis Antonio Moreno, historiador y seguidor del Jeep Willys, recordó que Lara recibió un premio por un registro récord que tuvo en la época al vender 10.000 máquinas en un año, aunque no especificó cuándo fue.
Si el Renault 4 fue el ‘amigo fiel’ en Colombia, el denominado yipao se transformó pronto en el ‘amigo del campesino’ gracias a su capacidad de moverse en terrenos difíciles. Esa relación aún se mantiene a pesar de que hasta 1977 se hizo ensamblaje en el país.
¿Qué es un yipao en Colombia?
En Colombia, un yipao es mucho más que un simple vehículo: es un símbolo de cultura, tradición y resiliencia, especialmente arraigado en la región cafetera.
Se trata de un Jeep Willys, un vehículo icónico que llegó al país en la década de 1940 y que, gracias a su versatilidad y capacidad de carga, se convirtió en el compañero inseparable de los campesinos y comerciantes de la región.
El Jeep Willys, originalmente diseñado para la Segunda Guerra Mundial, llegó a Colombia en 1946 y rápidamente se adaptó a las difíciles condiciones de los caminos rurales. Su capacidad para transportar personas, carga y productos agrícolas lo convirtió en un elemento esencial para el desarrollo de la región cafetera.
El yipao es capaz de transportar cargas pesadas, desde sacos de café hasta herramientas y animales. Además, puede llevar a un gran número de personas, lo que lo convierte en un medio de transporte ideal para las comunidades rurales.
El yipao se ha convertido en un símbolo de la cultura cafetera y un elemento fundamental de las tradiciones locales. En muchas festividades, como la Fiesta Nacional del Café en Calarcá, Quindío, se realizan desfiles de Yipaos, donde estos vehículos son adornados con productos agrícolas y elementos representativos de la región.
En reconocimiento a su importancia cultural, el Yipao fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2020. Esta declaración resalta el valor del Yipao como un elemento fundamental de la identidad colombiana y busca proteger esta tradición para las futuras generaciones.




¿Cuánto consume un Jeep Willys?
En general, se estima que un Jeep Willys puede consumir entre 10 y 20 litros de combustible por cada 100 kilómetros recorridos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta es solo una estimación y que el consumo real puede variar considerablemente.
Lo cierto es que el consumo de un Jeep Willys puede variar significativamente dependiendo de varios factores, incluyendo:
- Modelo y año: los modelos más antiguos de Jeep Willys, como el MB o el CJ, tienden a tener un consumo de combustible más elevado que los modelos más recientes.
- Motor: el tipo de motor y su cilindrada influyen directamente en el consumo. Los motores más grandes y antiguos suelen consumir más combustible.
- Estado del vehículo: un Jeep Willys en buen estado mecánico, con un mantenimiento adecuado y una correcta puesta a punto, tendrá un consumo más eficiente que uno en mal estado.
- Tipo de conducción: la forma de conducir, ya sea agresiva o suave, así como el tipo de terreno (ciudad, carretera, ‘off-road’), también afecta el consumo.
- Neumáticos: el tipo y la presión de los neumáticos pueden influir en la resistencia a la rodadura y, por lo tanto, en el consumo de combustible.
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