El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, calificó como “improvisada y equivocada” la propuesta del Gobierno Nacional de aumentar hasta el 40% los aranceles a los vehículos y motos importados que usan gasolina o diésel.
Según explicó, esta medida repite errores del pasado, cuando Colombia intentó políticas de protección arancelaria desde los años 50 sin lograr consolidar una industria automotriz competitiva ni atraer inversión extranjera significativa.
Cabal advirtió que subir los aranceles generará incertidumbre, reducirá la inversión extranjera directa y encarecerá los precios de los vehículos más usados por los colombianos, afectando a consumidores y al sector automotor que apenas se está recuperando.
También señaló que el Gobierno debería enfocarse en garantizar estabilidad jurídica y reglas claras para atraer inversión en lugar de imponer medidas repentinas.
Por su parte, Javier Díaz, presidente de Analdex, explicó que los vehículos provenientes de países sin tratados de libre comercio, como China e India, serían los más afectados, mientras que los de Estados Unidos, Europa, Corea, México y Brasil no se verían impactados por contar con acuerdos vigentes.
Ambos líderes gremiales coincidieron en que esta iniciativa perjudica la confianza empresarial y la competitividad del país.
Por qué aumento de precios en carros nuevos afecta a Colombia
El aumento en los precios de los carros nuevos en Colombia tiene varios efectos negativos en la economía y en los ciudadanos. En primer lugar, reduce el acceso de la población a vehículos nuevos, especialmente de clase media y trabajadora, que dependen del crédito o de precios asequibles para poder comprar.
Esto puede mantener en circulación autos viejos, más contaminantes y menos seguros, afectando tanto al medioambiente como a la seguridad vial. Además, un alza en los precios disminuye las ventas del sector automotor, lo que afecta a concesionarios, ensambladoras, importadores y talleres, generando pérdidas de empleo y menor recaudo fiscal por impuestos de venta y matrícula.
También encarece el transporte de mercancías y servicios, lo que puede generar efectos en cadena sobre los precios de otros bienes. Por otro lado, el incremento desincentiva la inversión extranjera y la competencia, ya que las marcas enfrentan un mercado menos dinámico y con menor demanda.
En un país donde la movilidad eficiente es clave para la productividad, el aumento de precios limita la renovación del parque automotor y retrasa la transición hacia tecnologías más limpias.
En conjunto, encarecer los carros nuevos frena el crecimiento económico y afecta la calidad de vida de los colombianos.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO